jueves, 12 de febrero de 2009

MILAGRO PÚRPURA




Durante la primavera de 1982 Rosalio Castillo Lara era obispo. Trabajaba en Roma como secretario de la Comisión Pontificia encargada de la redacción del Código de Derecho Canónico y era titular del despacho de Precausa. Viajó fuera de Roma para acudir al sepelio del cardenal Pericle Felice. Cuando regresaba a la Santa Sede fue víctima de un aparatoso accidente de tráfico: un camión sin frenos embistió contra varios vehículos detenidos en una cola en una autopista, incluido el suyo. Las heridas lo dejaron postrado en una cama. Los médicos dijeron a su familia que era poco probable que volviese a caminar pues había sufrido fractura múltiple de cadera, entre otras dolencias.
Siendo sacerdote salesiano, conocía la historia de Sor Eusebia Palomino, y se encomendó a la religiosa española. Para los galenos resultó asombrosa su curación, pues a los pocos meses volvió a caminar, y ni siquiera tuvo que usar bastón al terminar la rehabilitación.
Al año siguiente (1983) fue promulgado el nuevo Código de Derecho Canónico.
Dos años después (1985) el Santo Padre le otorgó el purpurado de los cardenales y luego lo designó secretario de Estado del Vaticano.
Ni para el cardenal Castillo Lara ni para sus familiares hay lugar para las dudas: La rápida y completa curación de monseñor es producto de un milagro de sor Eusebia Palomino, hoy beata.

MILAGRO DE CONVERSIÓN EN LOURDES (por F. R. de la Cuesta)



Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina, converso en Lourdes

“Has querido responder a mi duda con un gran milagro”


No volvía a Lourdes desde el año 1958, centenario de las apariciones. Después, he seguido paso a paso los milagros y las manifestaciones de fe y religiosidad de que Lourdes es protagonista.



Como todo el mundo sabe, Lourdes es una ciudad francesa de los Altos Pirineos. En 1858 fue escenario de las aparaciones de la Virgen a la que hoy es santa Bernadette Soubirous.


Al lado de la gruta de Nuestra Señora se construyó una grandiosa basílica en 1876, de estilo gótico. Más tarde, se construyó otra iglesia, llamada del Rosario, de estilo bizantino, en 1901. Junto a la gruta, brota la milagrosa fuente que llena las piscinas donde se introducen los enfermos y bebemos en múltiples chorros las frescas aguas, llenando pequeños recipientes para llevarnos tan preciada reliquia.



Después de mi visita a Lourdes, conocí la vida y la obra del Premio Nobel de Medicina profesor Alexis Carrel, ejerciendo en Estados Unidos. Era necesario conocer su biografía, su conversión en Lourdes cuando acompañaba, incrédulo, como médico, a una expedición de enfermos. Tenía, entonces, especial cuidado con una enferma de peritonitis tuberculosa en estado preagónico. A aquella enferma, caquéxica, con el vientre hinchado, delante de la gruta de la Señora, se le fue bajando la dilatación abdominal y, levantándose, caminó sola hacia los pies de la imagen de la Virgen. El doctor Alexis Carrel fue testigo presencial de aquel milagro. La Medicina no podía explicar aquello. Alexis Carrel escribió, en el puño de su camisa, la fecha de aquel día, para no olvidar lo que estaba ocurriendo y para estar seguro de la realidad, ya que todo le parecía imposible, un sueño, porque él no creía. Y Alexis Carrel se convirtió. Todos sus escritos, desde entonces, están impregnados de amor a Dios y a la Virgen. Le costó muchos disgustos. Su vida y sus libros son impresionantes: La incógnita del hombre, Viaje a Lourdes, etc.



Desde 1858, año de la aparición, jamás se ha visto abandonada esta gruta de Masabielle, éste Balcón de luz divina, esta gruta celestial del catolicismo, ni en los años turbios de las dos Grandes Guerras, ni en los años y días presentes de convulsiones y luchas económicas, de crisis políticas y de ideologías paganas. Nada ni nadie ha logrado menoscabar esta actualidad inalterable y permanente que es Lourdes. Ya lo dijeron muchos: “Se advierte al punto que una disciplina interior modela aquí las almas”.



Volviendo a la conversión del Premio Nobel de Medicina profesor Alexis Carrel, copio esta bella oración del gran genio pionero de los trasplantes de órganos, y descubridor de la sutura de los vasos sanguíneos, que escribió en su libro Viaje a lourdes:




“Virgen Santa, socorro de los desgraciados que te imploran humildemente, sálvame. Creo que Tú has querido responder a mi duda con un gran milagro. No lo comprendo, y dudo todavía. Pero mi gran deseo y objeto supremo de todas mis aspiraciones es ahora creer, creer apasionadamente y ciegamente, sin discutir ni criticar nunca más. Tu nombre es más bello que el sol de la mañana. Acoge al inquieto pecador que, con el corazón turbado y la frente surcada por las arrugas, se agita corriendo tras las quimeras. Bajo los profundos y duros consejos de mi orgullo intelectual yace, desgraciadamente ahogado todavía, un sueño, el más seductor de todos los sueños: el de creer en Ti y de amarte como aman los monjes de alma pura”.



martes, 10 de febrero de 2009

SOR EUSEBIA EN POZO DEL CAMINO
















SOR EUSEBIA PALOMINO, HIJA DE MARÍA AUXILIADORA (1899-1936)



Nace en Catalpino (Salamanca) en el seno de una familia muy pobre, desde muy temprano comenzó a ser objeto de una protección extraordinaria por parte de la Virgen. Al terminar el noviciado, a los 25 años, fue destinada a Valverde del Camino, Huelva. Cocinera, portera, ropera y catequista de las más pequeñas del Oratorio, llamaba la atención de todos por su fe radiante y por su amor a la Virgen. Ofreció su vida como preludio de tantas vidas ofrecidas al Señor en la guerra civil española.




“Humildad”, “alegría” y “unidad” son las tres indicaciones que sor Eusebia Palomino sugirió, en una carta escrita con ocasión de la Navidad, a los hombres de buena voluntad "para conquistar a los pueblos y salvar a las naciones". "Esto – continúa la carta - es el regalo más hermoso que hoy podemos ofrecer a nuestro Redentor que un día nació en Belén".




Mensaje actual para nuestros días en que guerras, calamidades, terrorismo y consumismo parecen marcar el tiempo de la humanidad. Se cumplirán también hoy, con tonos distintos, las profecías de esta sencilla hermana que hacia los 30 años, enviada a la comunidad religiosa de Valverde del Camino, dijo, mirando al futuro: "Habrá mártires". Y ella misma se ofreció como víctima por la salvación de España. "Ahora el rey tendrá que marcharse. Pero volverá y se llamará Juan Carlos". La historia, 40 años después le dará la razón. El 10 de febrero de 1935, murió sor Eusebia, con tan sólo 36 años. "Durante mi sepultura - había dicho - que las campanas toquen a gloria". Y así sucedió. A la salida de la iglesia, las campanas por sí solas se pusieron a tocar el aleluya pascual. Se habla de un milagro. Pero el milagro más hermoso es esta pequeña "perla de la Iglesia española", que tenía la costumbre de rezar el Rosario de las Santas Llagas. Y frecuentemente se encontraba en la iglesia haciendo compañía, como ella solía decir, al "Prisionero del Amor". Para que el Niño Jesús - concluía la carta navideña - haga descender sobre todos, sus gracias y sus bendiciones para este Año Nuevo que, si Dios quiere, comenzaremos dentro de poco".

domingo, 8 de febrero de 2009

LA BEATIFICACIÓN DE SOR EUSEBIA







Juan Pablo II beatificó a Sor Eusebia Palomino el 25 de Abril de 2004. Presentó su ejemplo de vida como «un camino fascinador y exigente de santidad».Sor Eusebia, recordó el Papa en la homilía de la eucaristía de su beatificación, «oyó un día la llamada de Dios y respondió a través de una intensa espiritualidad y una profunda humildad en su vida diaria».





«Como buena salesiana, estuvo animada por el amor a la Eucaristía y a la Virgen --añadió--. Lo importante para ella era amar y servir; el resto no contaba».




«Con la radicalidad y la coherencia de sus opciones, sor Eusebia Palomino Yenes traza un camino fascinador y exigente de santidad para todos nosotros y muy especialmente para los jóvenes de nuestro tiempo», concluyó el Papa.




La «Positio», el documento que fundamentó la postulación de su causa de beatificación recoge pruebas en las que se muestran que la beata predijo la Guerra Civil española que estalló en 1936. Sor Eusebia Palomino se había ofrecido como víctima por la salvación de las almas de su país en 1931, y según el benedictino Manuel Garrido Boñano «el Señor la aceptó. Siguieron tres largos años de dolores indecibles».




Eusebia Palomino Yenes nació el 15 de diciembre de 1899 en Cantalpino (Salamanca) en una familia muy pobre. Desempeñó su apostolado en Valverde del Camino, en la zona minera de la provincia de Huelva.




En agosto de 1932 un mal improviso es el primer aviso de que Dios había aceptado a la «víctima», añade la biografía que ha distribuido la Santa Sede. «Después el asma que en diversos momentos ya la había molestado, ahora llega a niveles extremos de intolerancia, se agrava con otros males que van apareciendo y atentan contra su vida». En este tiempo, visiones de sangre premonitoras de la guerra afligen a sor Eusebia aún más que los dolores físicos. Visión de sangre también para su directora, sor Carmen Moreno Benítez, que será fusilada con otra hermana el 6 de septiembre de 1936. Actualmente ha sido declarada beata, después del reconocimiento del martirio. Falleció en la noche entre el 9 y el 10 de febrero de 1935.

sábado, 7 de febrero de 2009

SOR EUSEBIA, HIJA DE MARÍA AUXILIADORA











El 17 de diciembre de 1996, el Papa Juan Pablo II proclamaba solemnemente la heroicidad de las virtudes de la Sierva de Dios sor Eusebia Palomino Yenes, y le otorgaba el título de Venerable. Actualmente la Santa Sede agiliza los trámites de su beatificación.




El Instituto Hijas de María Auxiliadora -conocido más familiarmente como el de las religiosas salesianas- surgió del espíritu expansivo de san Juan Bosco, como respuesta concreta a las aspiraciones profundas de las jóvenes. El proyecto del Instituto (aprobado por el Sumo Pontífice san Pío X en 1872) es lograr una educación cristiana integral, fundamentalmente orientado hacia la mujer.Desde la humildad del inicio hasta la actualidad, la obra se ha expandido por los cinco continentes. Cuenta ya con 67 casas en África, 604 en América, 219 en Asia, 691 en Europa y 7 en Oceanía. En España hay 87. Las religiosas trabajan, sobre todo, en escuelas, talleres, misiones, parroquias, hogares de protección para menores y centros juveniles. La gran preocupación de la Madre Antonia Colombo, actual Superiora General de las salesianas, es proteger la dignidad de la mujer, y elevar su nivel cultural, aprovechando los rasgos psicológicos que le son propios. Las mujeres -afirma la Madre- necesitan dar a conocer su competencia profesional y cultivarse espiritualmente. Las mujeres educadoras debemos ser pioneras en colocar a la mujer allí donde su vocación la llama, sin ningún tipo de limitación por su sexo.




Eusebia (en griego, piadosa) nace en un hogar tan pobre materialmente como rico en el espíritu. Sus padres supieron sembrar en su alma los primeros deseos de santidad. Al recordar su casa, ella dice: ¡Cuántas veces, mientras mi madre hacía la cena o remendaba la ropa, mi padre nos rodeaba con sus manos oscuras por los trabajos del campo y encallecidas por la azada, y tomaba entre sus manos el catecismo -ese pequeño libro que contiene tantas maravillas, tanta grandeza, tanta paz y tanto amor-. Allí, en casa, embebidas y empapadas en ese ambiente de paz, marchaba segura y tranquila la navecita de nuestra alma. Si todos los padres fueran así, ¡Qué paz y qué armonía reinarían en todo el mundo y cómo Jesús, desde el Cielo, los bendeciría y derramaría sus tesoros y sus gracias sobre cada uno de sus hijos!




Durante una procesión con la imagen de MARÍA AUXILIADORA siente por primera vez la mirada de la Virgen, que le dice: Tú serás mi hija; y sólo unos días después una joven la invitará por casualidad a visitar a las salesianas. Allí acude, y al entrar en la capilla a saludar al Señor siente nuevamente la llamada de María Auxiliadora, que la invita a quedarse con Ella. Eusebia dirá más adelante: Yo, desde el momento en que entré, lo hice con el deseo y la idea de hacerme religiosa, aunque no contaba con medio alguno, pero yo confiaba en Dios, y esta confianza me abrió las puertas para entrar en el servicio del Rey del Amor. El 5 de agosto de 1922 recibe el hábito religioso, pero poco antes de su profesión religiosa sufre un accidente casi mortal, que pone a prueba su confianza en la voluntad de Dios. Eusebia se entrega al Padre y dice: Él sabe lo que me conviene. Finalmente, el 5 de agosto de 1924 se consagra al Señor como Hija de María Auxiliadora.Su labor fue callada pero amante y constante, sobre todo en el servicio a las jóvenes, que han estado siempre presentes en el carisma de la institución salesiana.

viernes, 6 de febrero de 2009

ORATORIO DE SOR EUSEBIA











En la tarde del 24 de octubre de 2006, en Valverde del Camino tuvo lugar una solemne concelebración eucarística con ocasión de la colocación definitiva de los restos mortales de la Beata sor Eusebia Palomino Yenes, en la nueva capilla preparada en el Colegio “María Auxiliadora”, que durante diez años fue el centro de su apostolado y de su santificación en la fidelidad del día a día.La Eucaristía se celebró en la iglesia parroquial, ante la imagen de la “Virgen del reposo” que en un tiempo acogió también las invocaciones y ofrecimientos de sor Eusebia que de nuevo estaba entre su gente, presente en la pequeña urna de cristal forrada de terciopelo y adornada con una significativa rosa encarnada: su don de amor que sigue difundiéndose a favor de todos, grandes y pequeños, de toda condición y cultura, como ayuda y apoyo amigo.

El oratorio actual cuenta con dos vidrieras grandes, que dan al patio del colegio y que también publicamos junto a otra del antiguo oratorio (cruz de mármol blanco)