lunes, 11 de agosto de 2025

REZAR CON MARÍA EN EL MES DE AGOSTO (en construcción hasta final de mes)

 



1.  MARÍA DEL CAMINO

Corramos, con constancia, en la carrera que nos toca... (Hebreos 12, 1)



En esa nube de testigos, ocupa un lugar especial María, quien supo caminar la carrera que le tocaba con sencillez.  Por eso, María es para los creyentes un testimonio vivo de lo que significa acoger a Dios en las propias entrañas y entregarlo al mundo.  María nos alienta cuando estamos cansados, nos estimula cuando flojeamos y nos anima al caminar.





2.  MARÍA, REINA DE LOS ÁNGELES


Alégrate,  llena de gracia...  (Lucas 1, 28, 30-31)




En este encuentro entre María y el mensajero de Dios, toda la historia de la humanidad da un giro.  Dios es fiel.  Y llega el tiempo en que las promesas se hacen realidad.  Y eso, para María y para ti, es motivo más que suficiente por la invitación del ángel:  ¡Alégrate!





3.  MARÍA, MADRE DE LOS CREYENTES


Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, para que recibamos la adopción de hijos (Gálatas 4, 4-5)




Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad.  Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por Él, elige a Dios una y otra vez.  No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (GE 15)




4.  MARÍA DE LA HOSPITALIDAD


Los Magos...  vieron al Niño son su madre...  y ofrecieron sus dones:  oro, incienso y mirra...




"Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado..., son llamados por el Señor, cada uno por su camino,  a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el Padre" (GE 10)




5.  MARÍA, DEFENSORA DE LOS POBRES


...será como un signo de contradicción. (Lc 2, 33-35)





A lo largo de la historia, Jesús ha sido un signo de contradicción.  Para algunos, Jesús no significa nada, pero para los creyentes es el Señor de la vida y de la historia.

Es posible que María no entendiera las palabras de Simeón cuando le dijo que su Hijo sería un signo de contradicción, pero lo experimentó a lo largo de su vida.

No tengas miedo:  María nos alienta en nuestra luchas.






6.  MARÍA DE NAZARET


...y la gracia de Dios estaba con Él.  (Lc 2,39-40)





María vivió la mayor parte de su vida en Nazaret.

Jesús, durante tres años, recorrió los caminos de Palestina anunciando el Evangelio del Reino, pero antes había vivido treinta años junto a su Madre en Nazaret.

Nazaret fue para Jesús, gracias a la familia que formaba junto a María y José, una escuela de trabajo y amor, de cuidados y relaciones, de silencio y apertura al misterio.

En Nazaret se veía el crecimiento día a día.

Nuestro crecimiento se ve mejor desde Nazaret.



7. MARÍA, MADRE ATENTA


No tienen vino...  ¡Haced lo que Él os diga!




Escucho la voz de María.

Escucho la voz de tantos hermanos felices...

Haz lo que Jesús te dice.

Y escucho mi propia memoria diciéndome que escuchar tu voz siempre es un buen camino hacia una vida más feliz y más plena.

Señor Jesús, ayuda a mi poca fe.

Ayúdame a confiar más en ti que en mi arrogancia.




8.  MARÍA, PRIMERA DISCÍPULA


Estos son mi madre y mis hermanos (Mateo 12, 49-50)





¿Qué te hace cristiano, discípulo de Jesús?  ¿La tradición?  ¿Una cierta simpatía por Jesús o María?  Todo esto vale lo que vale y puede ayudarte en el camino de la fe, pero no es suficiente.


9.  MARÍA, MADRE SIEMPRE PRESENTE


De pie, junto a la cruz, estaba la madre de Jesús (Juan 19,25)




Parece que Dios no tiene madera para resistir el poder del mal.  El egoísmo, la arrogancia, el abuso... se apoderan de todo.


Y parece que, en la cruz, Jesús y el Evangelio que anunciaba en el nombre de Dios son derrotados.


Y lo que creen, como María, están asociados al dolor de Cristo.


María nos enseña a estar presentes.





10.  MARÍA, MADRE DE LOS DISCÍPULOS DE JESÚS


Mujer, ¡ahí tienes a tu hijo! (Juan 19, 26-27)



El evangelista san Juan dice en su evangelio que en la cruz el Señor entregó al discípulo amado a María, su madre, como madre de todos los discípulos.  


Y desde aquella hora el discípulo (todos los discípulos), acogió a María en su casa.


Jesús no nos deja solos, nos deja la compañía de María, para que la llamemos madre.





11.  MARÍA, REFUGIO DE LOS PECADORES


En nombre de Cristo os lo pedimos:  reconciliaos con Dios (2 Corintios 5, 20-21)




Hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que se adapta y se transforma y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo.


Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros humanos (GE 125)






12.  MARÍA, CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS.


Jesús dijo a las mujeres:  "Alegraos" (Mateo, 28, 8-10)



No tengas miedo de la santidad.


No te quitará fuerzas, vida o alegría.


Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando  te creó y serás fiel a tu propio ser (GE 32).



13.  MARÍA, MADRE HUMILDE DE LA ESPERANZA


¡Feliz el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron! (Lucas, 11, 27-28)



Esto debería entusiasmar y alentar a cada uno para darlo todo, para crecer hacia ese proyecto único e irrepetible que Dios ha querido para él desde toda la eternidad:  "Antes de formarte en el vientre, te elegí, antes de que salieras del seno materno, te consagré" (Jer 1, 5) (GE 13)




14.  MARÍA, MAESTRA DE ORACIÓN


Eran asiduos en la oración con María, madre de Jesús (Hechos de los Apóstoles, 1, 14)





En nosotros hay un gran deseo para orar.  María, en compañía de los discípulos de Jesús, gustaba de la oración.  Ella puede ser Maestra de oración.  


Quizá solo nos diga:  "Déjate querer por Dios".


Dejarse querer no es tarea fácil.


Di desde lo profundo de tu corazón:  ¡Qué bueno es el Señor! (Sal 34, 9)




15.  MARÍA, MADRE DE LA GRACIA


¿Dónde está, muerte, tu victoria?  Gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria (1 Corintios 15, 55-57)









Nos unimos a la alegría de María, cuya vida es una acción de gracias  a Dios.


Dar gracias nos hace más humanos y mejores personas.


Dar gracias a Dios nos hace humildes y abiertos.


En nombre de los pobres y humildes, María supo dar gracias por su presencia, por sus beneficios, por su ayuda, por su amor.


Damos gracias a Dios que nos da la victoria.



16.  MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA


He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos será su pueblo, y el "Dios con ellos" será su Dios (Apocalipsis, 21, 2-3)




Esta Iglesia, este pueblo que ama y sigue a Jesús, tiene en María a su madre y modelo.  


Con Ella aprendemos a decir "sí".


De la Anunciación hasta el Calvario.


Su vida nos enseña que somos peregrinos en la fe y la esperanza.


Hoy vive feliz en Dios.


Y nos señala el camino.


¡Madre, ayuda nuestra fe!  Siembra en nuestro corazón la alegría del Resucitado.  Recuérdanos que quien cree nunca está solo.  Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que Él sea luz en nuestro camino. (Papa Francisco, Lumen Fidei)




17.  MARÍA, REINA DEL UNIVERSO


18.  MARÍA, MEDIADORA DE GRACIA


19.  MARÍA, CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA


20.  MARÍA, SOSTÉN DE LA FE


21.  MARÍA, MADRE DEL AMOR HERMOSO


22.  MARÍA, REINA DEL CIELO Y DEL UNIVERSO


Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado:  su principado, traerá una paz sin límites.




María, en tu humildad y pobreza, Dios te hizo reina.


Te miro, feliz en Dios, y ya veo en plenitud el futuro al que Dios me llama.


No olvides interceder por mí para que la paz de Dios también llegue a mi vida.


23.  MARÍA, SALUD DE LOS ENFERMOS


24.  MARÍA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS


25.  MARÍA, SEÑORA DE LA EUCARISTÍA


26.  MARÍA, MADRE DE LOS VIVIENTES


27.  MARÍA, REINA DE LA PAZ 


28.  MARÍA, MADRE DE LA AYUDA Y LA SALVACIÓN


29.  MARÍA, SEDE DE LA SABIDURÍA


30.  MARÍA, PUERTA DEL CIELO


31.  MARÍA, VISITADORA DE NUESTRO PUEBLO