Me gustas y te amo porque eres tan humilde, perteneces al grupo pequeño de la gente que no tiene ni nombre ni historia, ni raíces. Me acerco a tu paisaje de pobreza, mujer, porque estás escondida en el pueblo y careces de apellidos y voz. Amo tu hogar sin lumbre y esas tus manos huérfanas de manos y palomas. Sólo un río de rosas te salpica muy hondo y estás en el anónimo milagro de la espera. Amén. |
ORACIÓN
María es la Madre de nuestra esperanza. Que su amorosa intercesión nos conduzca a amar más a su Hijo. Unidos a Ella decimos:
Jesús, esperanza de toda la tierra, escucha al pueblo que te implora.
Cuando las frustaciones y el desaliento nos asalte: danos un corazón paciente.
Cuando tengamos miedo: danos valor.
Cuando necesitemos ayuda: haz que recurramos a tu Madre, María.