viernes, 13 de noviembre de 2009

LA FAMILIA SALESIANA DE POZO CON EL RECTOR MAYOR


"Os agradezco de corazón las manifestaciones de cariño y, de modo especial, las oraciones por la inesperada muerte de mi hermano mayor Miguel Ángel. "Dios es ya su casa y su descanso", ha escrito Don Chávez agradeciendo a quienes han hecho llegar un mensaje o un signo de cariño y cercanía por la reciente y repentina desaparición del hermano Miguel Angel.



"El evangelio leído hoy en la Eucaristía se ha transformado para Miguel en realidad alegre, en promesa cumplida - continúa el Rector Mayor - El Hijo del hombre ha llegado para él repentinamente la tarde del 11 de noviembre como resplandor que ilumina ya completamente su vida. Miguel ya está en el reino de Dios, que todavía para nosotros queda en el corazón. Eso me consuela inmensamente, como también vuestra cercanía, que conforta también a la esposa Martha y a los hijos Miguel, Sandra, Myriam, Robin y Jorge, con sus familias. Dios, amante de la vida sea nuestra razón para vivir, hoy y siempre!”.
DESDE ESTE HUMILDE RINCÓN NOS UNIMOS AL RECTOR MAYOR EN UNA SÚPLICA ESPERANZADA A LAS PLANTAS DE NUESTRA AUXILIADORA

CUANDO "FRAY" AMIGO SE VA...

La Catedral de Sevilla acogerá hoy viernes, día 13, festividad de SAN DIEGO DE ALCALÁ, la Eucaristía de acción de gracias en la que mons. Carlos Amigo Vallejo se despedirá de la que ha sido su diócesis durante los últimos 27 años. La misa comenzará a las ocho de la tarde y el acceso será libre. A tal fin se abrirán las puertas de San Miguel, Bautismo y Campanillas. La imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis, presidirá el altar de plata en la Nave del Crucero.

RESTAURACIÓN DEL AZULEJO TRIANERO DE LA PARROQUIA



El pasado día 7 de Noviembre, fiesta de MARÍA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS, se procedió a afianzar el azulejo trianero que adorna la fachada principal de nuestra Parroquia. El azulejo se encuentra en perfecto estado pues se encuentra enmarcado dentro de un armazón de hierro que se ha afianzado de nuevo al muro. Se han cambiado los azulejos que lo rodeaban, quedando tal y como se aprecia en las fotografías.

LA REINA DEL MIÉRCOLES SANTO DE LUTO











MARÍA, MEDIADORA DE TODOS LAS GRACIAS



La fiesta de María Mediadora de todas las Gracias la instituyó el Papa Benedicto XV en 1921; en ella se nos invita a recurrir siempre con confianza a esta mediación de la Madre del Redentor.


La Santísima Virgen, predestinada, junto con la Encarnación del Verbo, desde toda la eternidad, cual Madre de Dios, por designio de la Divina Providencia, fue en la tierra la esclarecida Madre del Divino Redentor, y en forma singular la generosa colaboradora entre todas las criaturas y la humilde esclava del Señor. Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo, presentándolo en el templo al Padre, padeciendo con su Hijo mientras Él moría en la Cruz, cooperó en forma del todo singular, por la obediencia, la fe, la esperanza y la encendida caridad en la restauración de la vida sobrenatural de las almas. por tal motivo es nuestra Madre en el orden de la gracia. (Lumen Gentium, 61)

Y esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el momento en que prestó fiel asentimiento en la Anunciación, y lo mantuvo sin vacilación al pie de la Cruz, hasta la consumación perfecta de todos los elegidos. Pues una vez recibida en los cielos, no dejó su oficio salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la eterna salvación. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que peregrinan y se debaten entre peligros y angustias y luchan contra el pecado hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso, la Santísima Virgen en la Iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, se entiende de manera que nada quite ni agregue a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador.

Porque ninguna criatura puede compararse jamás con el Verbo Encarnado nuestro Redentor; pero así como el sacerdocio de Cristo es participado de varias maneras tanto por los ministros como por el pueblo fiel, y así como la única bondad de Dios se difunde realmente en formas distintas en las criaturas, así también la única mediación del Redentor no excluye, sino que suscita en sus criaturas una múltiple cooperación que participa de la fuente única. La Iglesia no duda en atribuir a María un tal oficio subordinado: lo experimenta continuamente y lo recomienda al corazón de los fieles para que, apoyados en esta protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador. (Lumen Gentium, 62)