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martes, 22 de agosto de 2017

FELICIDADES, REINA Y MADRE DE POZO DEL CAMINO (22/AGS/2017)



SANTA MARÍA VIRGEN, REINA





"La Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro.  El Magnificat es el cántico de la esperanza.  No os dejéis robar la esperanza.  Unámonos también nosotros, con el corazón, a este cántico de paciencia y victoria, de lucha y alegría"  (Papa Francisco, 25/08/2014)



"En la gran asamblea de los santos, Dios ha querido reservar el primer lugar a la Madre de Jesús.  María está en el centro de la comunión de los santos, como protectora especial del vínculo de la Iglesia universal con Cristo, del vínculo de la familia.  Es la guía segura de  quien quiera seguir a Jesús por el camino del Evangelio, porque es la primera discípula.  Ella es la Madre solícita y atenta, a quien confiar todos los deseos y dificultades.  Invoquemos juntos a la Reina de Todos los Santos"  (Papa Francisco, 01/11/2014)



ORACIÓN

Señor, tú aceptaste ser aclamado Rey solo cuando veías que llegaba "tu hora", la de la Cruz:  cuando subiste a Jerusalén para padecer y morir y cuando te condenó Pilato.  y tu Madre, la llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres, la Auxiliadora de los cristianos, se define a sí misma como la Esclava del Señor, y la sierva de los hombres, representados en Isabel, a quien van a servir.  ¡Así es la humildad de mis Reyes y Señores!  La que estuvo al pie de tu Cruz, está a la derecha de tu trono, Madre del Rey del Universo y Reina de cielos y tierra.






sábado, 22 de agosto de 2015

SANTA MARÍA VIRGEN, REINA (22/AGS/2015)




Señor, Tú aceptaste ser aclamado Rey sólo cuando veías que llegaba "tu hora", de la de la Cruz:  cuando subiste a Jerusalén para padecer y morir y cuando te condenó Pilato.  Y tu Madre, la llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres, se define a sí misma como la esclava del Señor, y la sierva de los hombres, representados en Isabel, a quien va a servir.  ¡Así es la humildad de mis Reyes y Señores!  La que estuvo al pie de tu Cruz, está a la derecha de tu trono, Madre del Rey del Universo y Reina de cielos y tierra.



¡¡FELICIDADES, REINA Y MADRE DE LA FAMILIA SALESIANA!!


















jueves, 22 de agosto de 2013

SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, REINA (22/AGS/2013, OCTAVA DE LA ASUNCIÓN DEL AÑO DE LA FE)

 
 
 
El pueblo cristiano, movido de un certero instinto sobrenatural, siempre reconoció la dignidad regia de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores".  Al ser Madre de Dios, María se vio adornada por Él con todas las gracias.  Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y de los ángeles.  Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa.  Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la Octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realiza de María y su asunción a los cielos.  La piedad del medievo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras:  Salve, Regina; Ave, Regina caelorum; Reina caeli, laetare.
 
 
 
 
 
HIMNO DE LAUDES
 
VIENES DEL TRONO DE DAVID PROFETA
Y, RADIANTE DE LUZ, GLORIOSA BRILLAS
Y, EN CARRO DE QUERUBES, TE LEVANTAS,
VIRGEN MARÍA.
 
RECIBES EN TU SENO INMACULADO
AL HIJO DE QUIEN ERES SIERVA E HIJA;
DIOS EN TU VIENTRE VIRGINAL SE HUMANA,
VIRGEN MARÍA.
 
TÚ MISMA ADORAS, EN TU CASTO SENO,
A QUIEN EL CIELO ADORA DE RODILLAS
Y A QUIEN PEDIMOS AL CELESTE GLORIA,
VIRGÉN MARÍA.
 
DANOS, SEÑOR Y PADRE DE LAS LUCES,
QUE VIVES EN ETERNAS ALEGRÍAS,
HABITAR CON LA REINA DE LOS CIELOS,
VIRGEN MARÍA. 
AMÉN.
 

 
 
 
HIMNO DE VÍSPERAS
 
FUE TU HUMILDAD AL CIELO MARAVILLA
PORQUE AL SER INMUTABLE TANTO AGRADA
QUE TE RINDIÓ A SU DIESTRA TRONO Y SILLA,
POR SER TU VIRTUD LA MAYOR GRADA.
 
QUE A LA QUE POR ESCLAVA SE HUMILLA
CUANDO DE MADRE DIGNIDAD LE ES DADA,
FUE JUSTO LA HICIESE ESPOSA Y REINA
EL REY QUE SIN PRINCIPIO VIVE Y REINA.
 
GLORIA AL PADRE, GLORIA AL HIJO, GLORIA AL ESPÍRITU.
AMÉN.

 
 
 
ORACIÓN DE SAN ALFONSO Mª DE LIGORIO
 
MADRE DE DIOS Y SEÑORA MÍA, MARÍA.
COMO SE PRESENTA A UNA GRAN REINA
UN POBRE ANDRAJOSO Y LLAGADO,
ASÍ ME PRESENTO A TI, REINA DE CIELO Y TIERRA.
DESDE TU TRONO ELEVADO DÍGNATE VOLVER TUS OJOS A MÍ,
POBRE PECADOR.
DIOS TE HA LLENADO DE RIQUEZAS
PARA QUE PUEDAS SOCORRER A LOS POBRES
Y TE HA CONSTITUIDO REINA DE MISERICORDIA
PARA QUE PUEDAS ALIVIAR A LOS MISERABLES.
MÍRAME Y NO ME DEJES; CÁMBIAME DE PECADOR EN SANTO.
VIRGEN EXCELSA, YA SÉ QUE TÚ, SIENDO LA REINA DEL UNIVERSO,
ERES TAMBIÉN MI REINA.
POR ESO, ME QUIERO DEDICAR A TU SERVICIO,
PARA QUE DISPONGAS DE MÍ COMO TE AGRADE.
GOBIÉRNAME TÚ, REINA MÍA.  MÁNDAME TU ARBITRIO
Y CORRÍGEME SI NO TE OBEDECIERA,
PORQUE SERÁN PARA MÍ MUY SALUDABLES
LOS AVISOS QUE VENGAN DE TU MANO.
AMÉN.
 


 
 
 
MARÍA AUXILIADORA,
NUESTRA MADRE Y NUESTRA REINA,
RUEGA POR NOSOTROS
 
 





miércoles, 22 de agosto de 2012

MEMORIA DE SANTA MARÍA VIRGEN REINA (22/AGS/2012)






El pueblo cristiano, movido por un certero instito sobrenatural, siempre reconoció la dignidad regia de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores".  Al ser Madre de Dios, María se vio adornada por Él con todas las gracias.  Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y de los ángeles.  Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa.  Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la Octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos.  La piedad del medioevo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras:  Salve, Regina; Ave, Regina caelorum; Reina caeli, laetare.








HIMNO DE LAUDES

Eres reina en la tierra y en la gloria,
por derecho adquirido y natural,
por promesa y justicia original,
por luchar junto al Rey de la victoria.

Fue tu entrega la causa decisoria
que libró al hombre del poder del mal,
dio la ascética al mundo material
y la mística al curso de la historia.

Tu corona forjada en sufrimiento
es joya de infalible religión
que riela bajo el Sol de la hidalguía.

Se inaugura la entrada al firmamento
con su resurrección y su ascensión,
y es tu asunción herencia de alegría.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.  Amén.









HIMNO DE VÍSPERAS

Ser reina del cielo Vos,
Virgen, mucho os engrandece,
mas, pues Dios os obedece
yo os llamo Reina de Dios.

Por esclava os sujetasteis
del que eternamente reina,
y en el mismo punto reina
de su mismo amor quedasteis.

Hoy Cristo reina por Vos,
a ansí vuestro ser merece
que, pues Dios os obedece,
yo os llame Reina de Dios.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu.
Amén.





lunes, 22 de agosto de 2011

SANTA MARIA VIRGEN, REINA




El pueblo cristiano, movido de un certero instinto sobranatural, siempre reconoció la dignidad regia de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores".  Al ser Madre de Dios, María se vio adornada por Él con todas las gracias.  Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y de los ángeles.  Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa. 

 Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la octava de la Asunción para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos.  La piedad del medioevo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras: 

SALVE, REINA; AVE, REGINA CAELORUM; REINA CAELI, LAETARE







HIMNO DE LAUDES

Vienes del trono de David profeta
y, radiante de luz, gloriosa brillas
y, en carro de querubes, te levantas,
Virgen María.

Recibes en tu seno inmaculado
al Hijo de quien eres sierva e hija;
Dios en tu vientre virginal se humana,
Virgen María.

Tú misma adoras, en tu casto seno,
a quien el cielo adora de rodillas
y a quien pedimos la celeste gloria,
Virgen María.

Danos, Señor y Padre de las luces,
que vives en eternas alegrías,
habitar con la Reina de los cielos,
Virgen María.  Amén.





MEDITACIÓN:  MARÍA QUIERE SER RECONOCIDA COMO REINA

La Santísima Virgen también quiere ser reconocida como reina.  Y porque lo quiere, ha ejercido su poderío y sabiduría reales.  La Santísima Virgen es realmente la gran Misionera, Ell ha obrado milagros de gracia.  Ésta fue siempre mi secreta esperanza y seguirá siéndolo mientras mantengamos la fidelidad a Ella.  Abran los libros de historia de la Iglesia y lean lo que hay escrito sobre el cristianismo primitivo:  Cristo demostró su divinidad por medio de milagros.  El Señor prometió a los apóstoles que andarían sobre escorpiones, y éstos los hes harían daño.

Me parece que Dios quiere probar de modo semejante la divinidad de la Obra; allí donde Él crea algo grande, por medio de su poderosa intervención, cada vez lo hace en forma original y adecuada.  Ha demostrado su poder entre nosotros formando hombres nuevos en el espíritu de nuestra misión.  Y así lo seguirá haciendo.  Éstos son los milagros que siempre he esperado.  De esto estoy tan convencido que siempre lo repito, también en medio de las dificultades más grandes:  ¡Ella se glorificará!  ¡Y ya se ha glorificado!  Ella fue quién aducó a todas esas figuras heroicas, que se mostraron como tales en tiempos difíciles.

Sí, son realmente héroes los que están ante nosotros.  Y Ella es la gran Misionera.  Ella realizó los milagros.  Lo mismo vale, si pienso en las hermanas o en los sacerdotes.  La Santísima Virgen se mostró de forma espacialísima como Madre de Gracias.


JOSÉ KENTENICH
Sacerdote alemán, fundador del Movimiento de Schoenstatt (1885-1968)








HIMNO DE VÍSPERAS

De hermosas contradicciones
te vemos, Reina, adornada,
muy mujer para divina,
muy celestial para humana.

Con admiración, en ella
se ve la ley derogada,
muy humilde para Reina,
muy exenta para esclava.

Por su caudillo la tienen
las celestiales escuadras,
para combatir muy tierna,
para niña muy armada.

La dignidad de que goza
con su modestia batalla,
para mandar muy pequeña,
para humillarse muy alta.

Une en sus divinos ojos
al temor de la confianza,
muy terrible para hermosa,
para espantar muy amada.

Colocada en el empíreo,
en la celestial morada,
corto solio a su grandeza,
a su humildad mucho alcázar.  Amén.