BEATO TIBURCIO ARNAIZ (1865/1926)
Sacerdote jesuita vallisoletano, fundó las Misioneras de las Doctrinas Rurales. Recorrió Andalucía evangelizando y especialmente la sierra malagueña de Gibralgalía.
1. Si no se arrima uno del fuego, sentirá frío; únase mucho al Señor, principalmente por la mañana en la oración, y conservará el calor y la luz que allí recibiere todo el día.
2. Cuando me ven con pena, es porque casi nadie busca la gloria de Dios y mi deseo es que se hiciera cierto un lema que se me ocurría fuera el de ustedes: Todos busquen, no sus intereses, sino los de Jesucristo.
3. Sirvan al Señor, que este solo debe ser su cuidado, pero con sencillez de corazón, sin angustias, que es muy Padre y muy amoroso y sufrido de lo mucho que le injuriamos, y con todo, nos ama y pide amor.
4. Diga y sienta esta sentencia: Mi Dios y mi todo.
5. Como Dios es nuestra vida y nuestra fortaleza, lejos de Él estamos flojos y perezosos.
6. En la vida, para el que le basta Dios, todo está bien; pero al que no le basta, aunque tenga toda la tierra, siempre le falta algo.
7. ¡Qué vida tan feliz cuando se vive por y para Jesús! No me cansaría de advertir a las almas de los bienes que se pierden cuando piensan, quieren, recuerdan, hablan o buscan otra cosa que a Dios o de Dios o para Dios.
8. Si sigues a Cristo, no debes ponerle condiciones.
9. La vida no es más que el momento presente: nuestro cuidado ha de ser emplearlo, pues el pasado y el porvenir no existen. No pierda el tiempo y déjese en las manos de Dios.
10. Es racional y justo que permanezcamos en humildad. Dios sabe lo que más me conviene y, como me ama y busca mi bien, quiere dármelo. Así que debo ponerme indiferente en sus manos y dejarle hacer.
11. Cristo no hace las cosas a medias ni con medios, sino con la plenitud de su Providencia.
12. No tengáis miedo. Teniendo a Dios todo lo tenéis, y eso no nos lo podrán quitar ni los mismos demonios.
13. En la virtud está la clave de todos los conocimientos y el remedio a todos los males, y en el amor a Dios sobre todas las cosas está la alegría y el bienestar.
14. Acuérdese más de Dios y olvídese más de sí y será muy feliz.
15. Siempre que no veo a Dios en las criaturas, soy una nota discordante en este concierto de la creación.
16. No se contente con lamentar el mal, sino que trate de remediarlo, y pronto, que la vida es breve.
17. Es grande lástima que, teniendo una eternidad para descansar, queramos aquí descanso.
18. El que vive vida de mucha unión con Dios participa de los afectos de su Corazón.
19. Procure una piedad no solamente sólida, esto es, fundada en la humildad y mortificación, sino también ilustrada y consciente, a la que el demonio con dificultad destruye.
20. Me he dado prisa en vivir, he trabajada cuanto he podido, ya me recogerá el Señor. ¡Cuántas batallas he tenido que sostener por la gloria de Dios!
21. Esto es lo único que me interesa, amarnos mucho en Jesús y para Jesús. De todas las demás cosas estoy poco interesado y quisiera estarlo menos.
22. Dejémoslo todo al cuidado de Dios, que es sabio y poderoso para hacernos felices por la paz y la gracia en la tierra y después en la gloria.
23. Todo es poco dar para el que ama.
No me gusta que con cara larga sea servido tan buen Señor.
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