A SANTA MARÍA, LA LLENA DE GRACIA
Poco más que mediana su estatura,
como el trigo el color, rubios cabellos,
vivos los ojos, y las niñas dellos
de verde y rojo con igual dulzura.
Las cejas de color negra, y no obscura,
aguileña nariz, los labios bellos,
tan hermosos que hablaba el sol por ellos
por celosías de su rosa pura.
La mano larga, para siempre dalla
saliendo a los peligros al encuentro
de quien para vivir fuese buscalla.
Esta es MARÍA, sin llegar al centro,
que el alma sólo puede retratalla
pintor que tuvo nueve meses dentro.
Lope de Vega