sábado, 5 de diciembre de 2009

HIMNO DE LA SABATINA DEL 5 DE DICIEMBRE


Era de azul de atardecido cielo

la luz que atrevesaba la ventana,

de pájaro que canta en la enramada

el aleteo que rozaba el suelo.


Era Gabriel, de Dios el mensajero.

"Salve", le dijo el ángel a María.

Y la doncella apenas si entendía

aquel saludo aludo y lisonjero.


"Bendita tú, entre las mujeres"

y la voz de Gabriel sonó gozosa.

María agradeció tantas mercedes


y cerrando sus ojos, pudorosa,

abrió al Verbo divino y eternal

el cofre de su seno virginal. Amén.

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