El proyecto es una iniciativa de Scouts y
Guías de Austria que, con la colaboración de Scouts de diferentes
países de Europa y otros continentes, reparten la Luz de la Paz encendida cada
año por un niño o niña austriaco en la cueva del Nacimiento de Jesús en
Belén.
La distribución de la Luz de la Paz a todos los
países participantes se realiza desde Viena.
Allí, unas semanas antes de Navidad, se reparte
la Luz a todas las delegaciones asistentes para que la hagan llegar a sus
respectivos países con un mensaje de Paz, Amor y Esperanza.
Posteriormente, los Scouts y las Guías la
distribuyen por parroquias, hogares particulares, hospitales,
residencias de ancianos, prisiones y otras asociaciones de sus respectivos
pueblos y ciudades.
La llamada da la llama, es el
lema de este año.
La Luz de la Paz de Belén llegó el domingo 14 de
diciembre a la Catedral de La Almudena, Madrid.
Un poco de historia
El proyecto de la
Luz de la Paz de Belén comenzó a organizarlo la televisión pública austriaca,
dentro de un programa social denominado “Luz en la oscuridad”, dedicado a los
niños y niñas con necesidades, tanto en Austria como en el extranjero.
En 1990 se firmó
un acuerdo entre scouts y guías de muchos países para permitir que la Luz
viajara por Europa y América.
Cada año un niño o
niña del norte de Austria recoje la luz de la cueva donde nació Jesús y la lleva
a Europa desde donde se distribuye, en una ceremonia ecuménica en Viena,
semanas antes de la Navidad.
Delegaciones
scouts y guías de toda Europa asisten a la celebración para llevar la Luz a su
país, con un mensaje de Paz.
Una vez en casa
llevan a cabo una ceremonia donde scouts y guías la recogen para distribuirla
en iglesias, domicilios particulares, hospitales, residencias de ancianos,
prisiones, lugares públicos de importancia social, cultural o política o
cualquier lugar donde se aprecie su significado.
El Movimiento
Scout Católico participa en este proyecto desde 1999 con el objetivo de llevar
la “Luz de la Paz” y su mensaje de Navidad a tantas personas como sea posible y
animar a los Scouts, como miembro de un movimiento internacional, a participar
activamente para trabajar por la paz, independientemente de las opiniones o
circunstancias culturales, étnicas, políticas o religiosas.
Con este motivo,
cada año, una delegación de una asociación de Scouts, se encarga de representar
al Movimiento en la ceremonia internacional de entrega de la Luz de la Paz de
Belén en Viena y traerla al día siguiente al lugar elegido por el movimiento
Scouts donde se reparte entre las asociaciones asistentes y todos los
participantes.
Este proyecto se
ha ido consolidando año a año, elaborándose materiales de trabajo previo,
organizando actividades en cada ciudad y parroquia e involucrando cada vez más
a las delegaciones de pastoral juvenil, órdenes religiosas, comunidades
cristianas y otras asociaciones católicas, llevando también la Luz a Gibraltar
y Portugal.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!