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jueves, 20 de agosto de 2015

VISITA DE LA HERMANDAD DE CONSOLACIÓN Y CORREA (18/AGS/2015)






El pasado martes, día 18 de Agosto del presente, recibimos en nuestra Parroquia a una representación de la comisión organizadora del centenario de la Ilustre y Agustiniana Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Madre  de Consolación y Correa en sus Dolores de nuestra capital encabezada por el Hermano Mayor y responsable de dicha comisión.  Según algunos indicios, la venerada imagen pozocaminera de Nuestra Señora de los Dolores, es su primitiva titular mariana

Reproducimos a continuación un artítulo del Boletín de dicha Hermandad:





HISTORIA DE NUESTRA HERMANDAD


Seguimos con esta sección para dar a conocer más si puede nuestra historia, que muy a pesar nuestro se ha ido olvidando a lo largo de la vida de la hermandad y por ello, nos resulta en algunos casos difícil concretar cómo fueron los hechos debido a la falta de archivos y documentos existentes en la Hermandad y que, por descuido o por falta de interés, se han ido perdiendo en lo material pero no en la memoria de nuestros mayores y en nuestro interés por recobrarla.  No obstante nos encontramos en un momento de recopilación de datos, tanto de fechas, como de documentos gráficos y acontecimientos fehacientes, y con este fin ha sido creada esta sección, el de dar a conocer esos datos y fechas.

El tema que nos ocupa este boletín es el referido a las tres imágenes marianas que la Hermandad ha tenido para dar culto, siempre bajo la advocación de Nuestra Señora de Consolación en sus Dolores, muy en consonancia con el título de la Patrona del centro escolar agustino.

Debemos remontarnos a la fundación de nuestra Hermandad allá por el año 1921, rodeada de varios aspectos.  Primero, a un entusiasmo juvenil radicado en un colegio agustino; segundo, una imagen dolorosa que se encontraba en la iglesia del convento de Santa María de Gracia, situada en un altar de madera de estilo barroco y sobredorado que se encontraba al lado derecho del coro de la comunidad agustina; y tercero, no debemos olvidad también que nuestra fundación se vio influenciada y, de hecho, existe cierto paralelismo con una hermandad ya existente llamada Cofradía de los Cinturados de Ntra. Sra. de la Consolación y Correa cuyo reglamento fue aprobado por el Arzobispo de Sevilla el 15 de Septiembre de 1916.  Éste sería un tema a tratar con más profundidad y dedicarle un capítulo especial, ya que desde principios de siglo se intentó en varias ocasiones la creación de una hermandad entorno a esa imagen.

En cuanto a la imagen existente, era ésta de una gran belleza, de autor desconocido y propiedad de la comunidad agustiniana y que les fue donada por un sacerdote que volvía de América o era americano, no se sabe en qué fecha exacta pero se supone que fuese en la segundad mitad del siglo XVIII. A su paso por Huelva, la dejó en depósito así que las monjas, desde luego, aceptaron.  Pasado unos años volvió para reclamarla y fueron tanto las súplicas y llanos de las monjas agustinas, que el sacerdote terminó por donársela, mandando también a construir el altar en el que se encontraba la imagen.  Por otro lado se cuenta que tras la negativa de desprenderse de la imagen, el sacerdote acudió a los tribunales de justicia, acabadno finalmente donando la imagen y el artístico retablo.

Esta primera imagen seguirá haciendo su salida procesional hasta que se marchan los padres agustinos de Huelva, hecho éste que tiene lugar en el año 1931, tras haber dado el Arzobispo de Sevilla la correspondiente licencia de supresión de la comunidad en Huelva influido sobre todo por el orden político que se vivía  por aquellos años en el que las leyes republicanas ponían trabas a la enseñanza en los centros católicos.

Es aquel año también cuando deja de tener uso la iglesia del convento y como éste era de clausura, la hermandad no puede salir de allí.  Ante estas circunstancias la cofradía se traslada a la iglesia de San Pedro, parroquia a cuya feligresía corresponde el convento.  Pero desde San Pedro sólo puede procesionar con la imagen del Cristo primitivo de Olot, que es la que se llevan, ya que la Virgen era propiedad de las madres agustinas y se niegan a dejarla salir.

La Hermandad no procesiona hasta 1935 y sólo lo realiza con la imagen del Cristo.

Al año siguiente, como tantas cofradías, sufrió el ataque acaecido contra los edificios religiosos en el mes de julio por los acontecimientos vividos a consecuencia de la Guerra Civil y los titulares de la Hermandad son destruidos:  la del Cristo en San Pedro, y la de la Virgen en el convento de las agustinas.

La cofradía no salió en 1936, aunque si lo hizo en 1937 desde San Pedro, con una nueva imagen de la Virgen adquirida en Cartaya.

Las gestiones para conseguir una nueva imagen comenzaron al enterarse de que en Cartaya existía el busto de una Virgen Dolorosa propiedad de una señora de aquella localidad.  Puestos a hablar con ella se logró adquirirla a cambio del primer paso que tuvo la hermandad realizado por D. Manuel Gómez Basilio.  Este busto de la Virgen se envió a Valverde del Camino donde había un escultor que construiría el cuerpo de los llamados de candelero.  Las manos fueron ejecutadas por el tallista y escultor granadino afincado en Huelva, D. Miguel Llaser Marín cobrando 150 pesetas por su ejecución.  Una vez estuvo la imagen en Huelva fue encarnada por D. Joaquín Gómez del Castillo que cobró 30 pesetas.  Esta imagen tiene la peculiaridad de tener cabellera de pelo natural como la primitiva imagen poseía.

En la actualidad la imagen a la que hacemos referencia se encuentra expuesta al culto en la Ermita de María Auxiliadora de Pozo del Camino (hoy Parroquia), bajo la advocación de Ntra. Sra. de los Dolores, gracias a las gestiones realizadas por D. Luis Pajares Sahagún, sacerdote de dicha ermita y a la donación en 1960 de la familia Navas que tenía en su poder dicha Imagen y que le fue entregada por nuestra Hermandad a cambio del pago del importe de la ejecución de nuestra actual titular.  La Imagen ha sido restaurada en al menos dos ocasiones, cambiándosele la expresión y la dirección de la mirada, que ahora es ligeramente baja, mientras que en principio miraba hacia arriba.  

Esta imagen hubo de ser sustituida debido principalmente a su tamaño, que era menor que el normal.  Navas del Valle, entonces Hermano Mayor de la Cofradía, que se encargó de elegir al escultor idóneo para la realización de la nueva imagen y que recayó en la persona de D. Joaquín Gómez del Castillo que por aquellas fechas se encontraba en Huelva junto a su hermano D. Enrique, artista dorador establecido en esta ciudad.  La condición marcada a Gómez del Castillo fue que la nueva imagen estuviese inspirada en la famosa dolorosa de Salzillo; es decir, con la mirada hacia arriba, siendo aceptado por el artista que realizó el trabajo en el estudio que tenía instalado en la calle Bailén de esta capital.  

La imagen fue bendecida el 18 de Marzo de 1940 (Lunes Santo), haciendo estación ese mismo día. Terminada la bendición, se celebró el primer besamano a la Santísima Virgen, siendo después colocada en el paso procesional en el que por la noche había de hacer estación.

Por último me cabe una gran duda y es referente a una dolorosa que existen en el convento, de autor desconocido y, cómo no, con la mirada hacia arriba y con cabellera natural, y seguro que podía haber sido restaurada en alguna ocasión; y me pregunto:  ¿podría ser la primitiva imagen que no se destruyó en su totalidad en los altercados de 1936?, ¿podría ser la segunda imagen de la que hacemos referencia y que no fue donada a la Ermita de Pozo del Camino y se encuentre actualmente en las dependencias del convento?

No lo sé y creo que en general no se sabe, por eso mi introducción de este artículo sobre la importancia de conservar la historia de una hermandad para no realizarnos preguntas como éstas.  Invito de corazón a toda clase de ayuda para la consecución de un objetivo:  el de conseguir lo que sería la verdadera HISTORIA DE NUESTRA HERMANDAD.