10. El buen Dios es muy generoso y no se puede dejar vencer en generosidad ¿y le iba a dejar faltar un alma caritativa para curarla en su enfermedad? El buen Dios los ama mucho y nunca los olvidará, porque siempre se encuentran almas generosas dispuestas a venir en ayuda del necesitado?
11. Todos somos hijos de un mismo Padre que es Dios y de una misma Madre, la Virgen María, y todos aspiramos a un mismo fin, que es el cielo, fruto de nuestras buenas obras en colaboración con la gracia divina.
12. ¡Qué hermoso para el cristiano que vive siempre en la presencia de Dios: por Él sufre, por Él perdona y por Él ayuda a su prójimo en todas sus necesidades! ¡Qué hermoso galardón se prepara para la vida eterna y qué corona más llena de perlas se fabrica con esa rosa que es la caridad!
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