JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS ESTABA SU MADRE
Si no llegamos a la plenitud del amor de la Madre de Dios es porque tampoco podemos comprender plenamente su dolor. Su amor era perfecto. Ella amaba inmensamente a Dios y a su Hijo, pero amaba agualmente con un gran amor a todos los hombres. Y ¿qué no ha soportado cuando esos hombres, a quienes tanto amaba y para quienes deseaba a más no poder la salvación, han crucificado a su Hijo muy amado?
No lo podemos comprender porque nuestro amor a Dios y a los hombres es demasiado débil. De la misma manera que el amor de la Madre de Dios es sin medida y sobrapasa nuestra comprensión, así también sus sudores. Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y los profetas sudaron; sudaron para sembrar el grano. A su venida, el Señor ha encontrado madura la cosecha y ha enviado segadores con la hoz del Evangelio.
SAN SILVANO
1 comentario:
Para esta ocasión La Virgen no ha sido vestida por el vestidor habitual no?
Publicar un comentario