MARÍA EN LA MENTE DE DIOS
Antes que construido fuese le mundo
y su sabia arquitectura,
cuando aún no ha surgido
su forma y su figura,
yo soñaba el Señor con tu hermosura.
Antes que las montañas asentasen
su mole y poderío
y el agua en sus entrañas
diese su sangre al río,
ya soñaba el Señor tu señorío.
La Trinidad se goza en su goce
infinito con tu idea
tan pura y luminosa,
sin que nadie te vea,
todo un Dios en tu vista se recrea.
El universo canta la dulce
letanía de tu gloria,
y al cielo se levanta,
al paso de la Historia,
un himno de alabanza a tu memoria.
Fuente pura y sellada, guardada
para Dios, jardín cerrado,
mi Virgen preservada,
donde Dios ha encontrado
el Sí a su corazón enamorado.
Sangre de la alegría del nuevo mundo
que en tu seno llevas,
Tú, manantial María,
de vida nos abrevas
y a la razón divina nos elevas.
Yo también te diría henchido de tu amor,
con paz serena:
Dios te salve, María,
estás de gracia llena,
el Verbo se hizo carne en tu azucena.
Anónimo