miércoles, 22 de septiembre de 2010

24 IMÁGENES "PARA LA ESPERANZA" DE LA BEATIFICACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ






































"MADRE MÍA, ESPERANZA MÍA,
EN TUS MANOS DE MADRE NOS PONEMOS;
 MÍRANOS CON MISERICORDIA" 

MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ

24 IMÁGENES DE LA MEMORIA DE NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DE LOS DOLORES

































JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS ESTABA SU MADRE

Si no llegamos a la plenitud del amor de la Madre de Dios es porque tampoco podemos comprender plenamente su dolor.  Su amor era perfecto.  Ella amaba inmensamente a Dios y a su Hijo, pero amaba agualmente con un gran amor a todos los hombres.  Y ¿qué no ha soportado cuando esos hombres, a quienes tanto amaba y para quienes deseaba a más no poder la salvación, han crucificado a su Hijo muy amado?

No lo podemos comprender porque nuestro amor a Dios y a los hombres es demasiado débil.  De la misma manera que el amor de la Madre de Dios es sin medida y sobrapasa nuestra comprensión, así también sus sudores.  Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y los profetas sudaron; sudaron para sembrar el grano.  A su venida, el Señor ha encontrado madura la cosecha y ha enviado segadores con la hoz del Evangelio.

SAN SILVANO


martes, 21 de septiembre de 2010

24 IMÁGENES DE LA FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ



































LA CRUZ, UN PUENTE LEVANTADO SOBRE EL ABISMO DE LA MUERTE

Nuestro Señor fue pisoteado por la muerte, pero él, a su vez, pisoteó la muerte, trazando un camino que aplasta a la muerte. Se sometió a la muerte y la soportó deliberadamente para acabar con la obstinada muerte. En efecto, nuestro Señor "salió cargado con su cruz" (Jn 19,17). Pero desde la cruz gritó, llamando a los muertos que yacían en el abismo...

Él es el admirable "hijo del carpintero" (Mt 13,55) que, sobre el carro de su cruz vino hasta la gola voraz del país de los muertos, y condujo así al género humano a la mansión de la vida (Col 1,13). Y la humanidad entera, que a causa del árbol del paraíso había sido precipitada en el abismo inferior, por otro árbol, el de la cruz, alcanzó la mansión de la vida. En el árbol pues en que había sido injertado un esqueje de muerte amarga, se injertó luego otro de vida feliz, para que reconozcamos en él al jefe ante el cual no resiste nada de lo que ha sido creado.



¡Gloria a ti que con tu cruz has echado un puente sobre el abismo de la muerte para que las almas pudieran pasar por él desde la región de la muerte a la región de la vida!... ¡Gloria a ti que asumiste el cuerpo de Adán, mortal, e hiciste de él fuente de vida para todos los mortales! ¡Sí, tú vives para siempre! Tus verdugos se comportaron contigo como unos agricultores: sembraron tu vida en las profundidades de la tierra como se entierra el grano de trigo, para que luego brotara e hiciera levantar con él a muchos granos (Jn 12,24).


SAN EFRÉN