TERMINAR BIEN
A veces, buscamos realizar cosas grandes y extraordinarias, cuando en realidad la vida cobra su verdadero sentido en las cosas sencillas, éstas de las que muchas veces no nos percatamos; es decir, hacer extraordinario lo ordinario.
TERMINAR BIEN, es tener la conciencia tranquila de que hemos aportado nuestro granito de arena y nuestra humilde semilla de fe, esperanza y caridad, a este mundo, en la pequeña parcela que nos ha tocado vivir. Terminar bien, es tener sentimientos de gratitud por todo lo vivido y compartido, y soñar que mañana puede ser mejor, siempre que podamos sembrar valores que nos permitan acercarnos a Dios y a la humanidad peregrina hacia la Patria Celestial, de la mano de María... Terminar bien es caer en la cuenta que todo lo que pensamos haber hecho por Dios, es Él en verdad, el que lo ha hecho por nosotros.
No basta con conocer el camino. Hay que tener la fuerza para recorrerlo. No basta saber lo que somos y según eso lo que nos conviene obrar. Hay que superar las inclinaciones a hacer lo contrario. Para eso viene a nuestra ayuda el necesario refuerzo de la gracia, que nos manda Dios a través de los sacramentos de la Iglesia. De manera que sí, hace falta la "frecuenciar" los sacramentos, una religión que nos sane y nos anime a ser prudentes, justos, fuertes, moderados y solidarios. Que nos inspire el amor y el santo temor de Dios. Y que, con su gracia, y con el auxilio de María, nos anticipe la felicidad del cielo.
La Archicofradía de María Auxiliadora de Pozo del Camino se fundó para encauzar la devoción a la Virgen. Tras dos décadas, queda aún mucho por hacer y por vivir. A través de los cultos, intentamos acercar más a la Virgen al pueblo y el pueblo a la Virgen, instaurando la devoción de los días 24, triduo preparatorio a la Romería y novena en las fiestas patronales, amén de la celebración de las grandes solemnidades marianas, recuerdo de que nuestra Madre siempre nos acompaña.
Durante estos años se han producido grandes hitos. El que más ha marcado la vida parroquial, sin duda, la marcha de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, verdadero "auxilio de María" para todo aquel necesitado de ayuda.
Nuestros parabienes para que el nuevo consejo de la ADMA siga en la labor apasionante de engrandecer la devoción sana a María Auxiliadora y a construir Parroquia como las monjas nos enseñaron, lanzándonos al apostolado, a trabajar por la extensión del Reino de Dios, a propagar su devoción, a sembrar paz, unidad, justicia... en el mundo, a invitar al mayor número de cristianos a tomar la decidida voluntad de imitar sus virtudes...
Agradecer a las distintas corporaciones la colaboración prestada durante estos años.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA "FIESTAS DE LAS ANGUSTIAS 2024"
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