CAMINANTE NO HAY CAMINO
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Antonio Machado
Sirva el poema de Machado para reflexionar sobre nuestra peregrinación andando a Ayamonte, a ofrendar a la Virgen de las Angustias, no sólo con nardos, sino con el esfuerzo y el cansancio de andar por la Vía Verde, rezando el Rosario, hasta rendirnos a sus plantas.
La peregrinación es un camino marcado que vamos formando recorriéndolo paso a paso, superando obstáculos que afloran y nos hacen replantearnos nuestro propio existir. Sin embargo, nuestra meta no tiene límites, como el amor que la Virgen siente por sus hijos, haciendo y abriendo caminos al andar, una "abertura de caminos" que, pienso, trajo hasta Pozo del Camino a Nuestra Señora de las Angustias hace 7 años, y que siempre nos ha sabido dulce.
Durante estos años no han sido pocas las dificultades, no pudiendo faltar las espinas en nuestro camino... Contra toda esperanza, la Virgen trocará estas espinas en flores de suave olor y fragancia, purificándonos en la sana devoción de llevar nardos, como gesto de puro amor, a la que es la humilde Esclava del Señor.
Este año, como un regalo de la Virgen ("todo es Gracia"), nuestra peregrinación pasa a realizarse, a titulo personal, por la mañana, esperando que esta iniciativa sea bien acogida por los peregrinos y podamos llegar a su presencia con el alma henchida de devoción a la que es AUXILIO DE NUESTRAS ANGUSTIAS.
¡¡VIVA MARÍA AUXILIADORA!!
¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS!!
JMB
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