miércoles, 15 de noviembre de 2023

BIENAVENTURADA MARÍA DE LA PASIÓN: UNA MUJER, UNA INTUICIÓN, UN IMPULSO MISIONERO


«Los fundadores son nuestras raíces, no para que les sigamos como sea, sino para que demos fruto. Volver a los comienzos de nuestros Institutos es ir a esta raíz para beber de ella como de una fuente y poder así responder de manera adecuada»

Papa Francisco, «La fuerza de la vocación»






Helena de Chappotin nació en Nantes en 1839. En religión su nombre fue el de María de la Pasión. Fundadora del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María en 1877, fallecida en San Remo en 1904 y beatificada en 2002 por el Papa Juan Pablo II. ¿Un recorrido clásico de vida consagrada, en el impulso misionero del siglo XIX? Nada de eso. Su camino estuvo sembrado de problemas y de rupturas e iluminado por una profunda experiencia de Dios. María de la Pasión: su nombre resume su vida.



ARRAIGO

Hélène Marie Philippine de Chappotin, nació en Nantes el 21 de Mayo de 1839, de Charles de Chappotin, ingeniero de Puentes y Caminos y de Sophie Galbaut du Fort. Familias de la aristocracia cuya historia se había cruzado ya, en las lejanas Antillas. Comparten la vida con la familia de su tío, primero en Nantes y más tarde en la propiedad del Fort.

Educación en una fe profunda, bastante severa, con un profundo respeto por el Papa y por la Iglesia, idealizados de buena fe. Instrucción asegurada en casa. Alegría de una familia extensa. Carácter de una pieza, de naturaleza fogosa, niña bien dotada y voluntarista, la joven Helena creció, llena de vida.

Pero la vida trae también sus tragedias: la muerte de una prima joven y de sus dos hermanas. Tiempo de cambios políticos en Francia y en Roma que se percibían intensamente en su medio familiar “¿Qué es lo que valía la pena amar?” “¡Todo me parecía tan vacío!»

Helena, adolescente, busca qué es lo podría llenar su corazón y su existencia.



LLAMADAS

1856 – A los 17 años, en el transcurso de un retiro, ante el Santísimo Sacramento, el amor de Dios la conmueve: «Yo soy Aquél que te amará siempre más de lo que tú lo amarás”.” Aquél cuya Belleza es sin mancha…” Dios hace irrupción en su vida y todo cambia, se adentra en la oración en una búsqueda intensa de Dios. Un día, la vida religiosa se le impone como el único camino de respuesta al Amor.


1859-1861 – Su deseo de vida religiosa se ve retrasado por la muerte brutal de su madre. Al final llega el tiempo en el que puede partir y debe elegir. La llamada franciscana es clara: “la pobreza se apoderó de mi corazón, me convertí en hija de San Francisco”.


El 9 de diciembre de 1860, entra en el Monasterio de Clarisas de Nantes. Pobreza, despojo, incluso, alegría… en esto Dios se apodera de nuevo de ella. En una súbita experiencia mística, se siente, se sabe llamada, a ofrecer su vida «como víctima» por el Papa y la Iglesia”.

Son palabras que expresan, en la espiritualidad de la época, la total ofrenda de sí con Cristo. Era el 23 de enero de 1861, fecha clave en su vida. Fue un acontecimiento tan impactante que cae enferma, debe dejar el monasterio y volver con su familia.


1861-1864 – Fueron años de retiro, de soledad, de búsqueda de la voluntad de Dios ¿Qué es lo que Él quiere después de este fracaso? ¿Dónde ir? Finalmente, es dirigida por el Padre Petit, S.J., a entrar en la Sociedad de María Reparadora, congregación ignaciana reciente, consagrada a la adoración del Santísimo Sacramento en espíritu de reparación por los pecados del mundo.


1864-1865 – Helena va sin tardar al noviciado de Toulouse. El 15 de agosto toma el hábito y recibe el nombre de María de la Pasión. «El día… en que me fue impuesto ese nombre de María de la Pasión fui penetrada de esta única palabra «Ecce» ella resume la ofrenda de María y la agonía de Jesús «Aquí estoy». «Heme aquí para ser María de la Pasión». “Quiero ser del pequeñito número de los que aman verdaderamente a Jesús crucificado»


1865-1876 – Es enviada, aún novicia, a la misión del Maduré, en la India. Misión reciente de los jesuitas, quienes habían pedido la colaboración de las Reparadoras para la formación de religiosas indianas. Pronuncia sus primeros votos en 1866 y es nombrada superiora de la comunidad de Tuticorin y al año siguiente, provincial de las tres comunidades del Maduré. En 1871 hace sus votos perpetuos. En 1875, abre una nueva comunidad en Otacamund, por invitación de Monseñor Bardou, MEP. María de la Pasión habrá vivido y trabajado en la India 11 años, ricos en experiencias humanas y misioneras, y de profundización espiritual. Años marcados igualmente por grandes dificultades. Ellas conducirán a la separación de un amplio grupo de religiosas que se reúnen en Otacamund, donde Monseñor Bardou las toma bajo su protección.


FUNDACIÓN 1877

1877…. ¿Qué porvenir les espera a estas mujeres que no quieren abandonar la vida religiosa? María de la Pasión se siente responsable del grupo, parte para Roma con tres hermanas, en noviembre de 1876, a clarificar la situación. Obtienen la autorización del Papa Pio IX para permanecer en el vicariato de Monseñor Bardou como Instituto de las Misioneras de María. Es el 6 de enero de 1877, fiesta de la Epifanía del Señor, fecha considerada como la de fundación del Instituto.

¡Se abre una nueva página! A petición de «Propaganda Fide» (Congregación romana responsable de las misiones) María de la Pasión escribe rápidamente un «Plan del Instituto de las Misioneras de María”. Una vida enteramente orientada a la misión universal, centrada en la Eucaristía, la ofrenda de si sin reservas, a imitación de María. Seguidamente busca un lugar para la formación. Apenas se abre en Saint Briec, en Bretaña, el noviciado recibe jóvenes atraídas por el ideal misionero y la vida de este pequeño grupo de religiosas, frágil, pobre, y ardiente. En 1880 es transferido a pocos kilómetros de allí, a la propiedad de los Châtelets.

María de la Pasión va a Roma en 1882: quiere asegurar tanto el porvenir de sus hermanas de la India como el de las jóvenes que se preparan. Siente igualmente la necesidad de apoyarse en una familia espiritual sólida. Allí encuentra, providencialmente, al responsable de los Hermanos Menores franciscanos, el Padre Rafael Delabre. Después de comprender su situación, le pide que redacte sin tardar las Constituciones (la regla de vida) y que vaya pensando en una fundación en Roma. En pocos días esto está hecho y la comunidad de Roma puede abrirse el 18 de Mayo. Le Padre Rafael se convierte en su director espiritual quien pide su admisión en la Tercera Orden franciscana. Ella encuentra allí su anclaje franciscano y un apoyo que será precioso. En 1885 todas las hermanas entran a su vez, en la Tercera Orden y el Instituto se llamará desde entonces Franciscanas Misioneras de María.


1883-1884 – Incluso en Roma las oposiciones persisten y conducen al papa León XIII a retirar a María de la Pasión el cargo de superiora. Tiempo de incompresible prueba ya que venía del mismo Papa, incertidumbre por el porvenir, tempestad en la que se confía a solo Dios. Al cabo de un año se le concede una revisión seria de su situación. Al fin, es rehabilitada en marzo de 1884


1884- 1904 De ahora en adelante el camino está abierto para el Instituto misionero. La vida de María de la Pasión gira entre fundaciones y viajes incesantes, escritos, dirección de su Instituto, compromiso en las cuestiones humanas y sociales de su tiempo. Y esto a pesar de que su salud, ya era decadente por el clima de la India y el azaroso trabajo.



UNA OBRA




Fundaciones: María de la Pasión, no volverá jamás a la India, pero implantará el Instituto en los cuatro rincones del mundo. Durante su vida, en: Marsella, Cartago, Ceylán, China, Inglaterra, Bélgica, Canadá, Mozambique, Birmania, Japón, España, Madagascar, Chile…responde con audacia a las llamadas de la iglesia o de los gobiernos : educación, sanidad, obras sociales, con la preocupación constante de formar y promover a las mujeres. La elección de las «misiones más peligrosas y lejanas» que escribe en las Constituciones, no es una palabra vana. En 1900, siete hermanas fmm lo pagaron con su vida, mártires en China, canonizadas en el año 2000.


ESCRITOS

Da un fuerte impulso espiritual y misionero a sus hermanas, escribiendo libros de meditación cotidianas , vidas de santos, imparte retiros, asumiendo una enorme correspondencia y lanza los « Anales misioneros » para el gran público.



ORGANIZACIÓN DEL INSTITUTO

Establece sólidamente el Instituto, centralizado para las necesidades de la misión, con una fuerte uniformidad propia de la época: formación, organización en Provincias, comunicaciones, gestión rigurosa en esos tiempos de gran pobreza y de inmensas necesidades.



El 15 de noviembre de 1904, María de la pasión muere en San Remo. Finaliza una vida anclada en Dios, agitada, extraordinariamente fecunda. Deja dos mil  hermanas en 88 comunidades insertas en 24 países.



BEATIFICACIÓN

En el transcurso de su Beatificación en Roma, el 20 de Octubre de 2002, el Papa Juan Pablo dirá de ella:


«María de la Pasión se dejó alcanzar por Dios, el único capaz de colmar la sed de verdad que la habitaba…  En el corazón de su compromiso misionero sitúa la oración y la Eucaristía, porque para ella la adoración y la misión se funden en una misma actividad. Alimentada por la Escritura y por los Padres de la Iglesia, mística y activa, apasionada e intrépida, se da con una disponibilidad intuitiva y audaz a la misión universal en la iglesia»




FUENTES Y LIBROS DE REFENCIA

Petite vie de Marie de la Passion

Hélène de Chappotin y las Franciscanas Misioneras de María

Rezar 15 días con María de la Pasión









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