FOTOGRAFÍA DE PEDRO LÓPEZ RODRÍGUEZ
HIMNO
Acógeme en tus brazos amantes, oh Piadosa;
mi corazón es frágil y vacilan mis pies,
tengo miedo a la muerte... el adiós y la fosa,
la oscuridad y el sueño frío, mudo,,, y después...
Tengo miedo a la vida dura y engañadora;
¿dónde me ha de llevar en su ciego correr?
¿Cuál senda voy a andar, en cuán sima caer?
Líbrame de esa vida y esa muerte, Señora.
Quiero gozar la paz y el amor de tu abrazo,
llorar en tus rodillas, dormir en tu regazo,
como un niño al calor del seno maternal.
Y olvidar bajo el mimo de tu mirada buena
los caminos amargos y las horas de pena,
mientras pasa la noche tenebrosa del mal.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu.
Amén.
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