sábado, 10 de septiembre de 2011

SABATINA DEL SEGUNDO SÁBADO DE SEPTIEMBRE DE 2011







HIMNO DE LAUDES


Pureza inmaculada, espejo del Señor,
¡oh gran canal de gracia, unida al Redentor!
Belleza sin mancilla, encanto virginal,
Tú eres la alegría, la gloria del mortal.



Celebremos a María, concebida sin pecado,
y adoremos a su Hijo, Jesús, nuestro Señor.



Dichosa por los siglos los pueblos te dirán:
Tú fuiste de Dios vivo la aurora celestial.
Infunde en nuestro pecho la fuerza de tu amor,
feliz Madre del Verbo, custodia del Señor.



Hermosa y pura Luna, recoges del Señor
la luz que ilumina y guía al pecador.
¡Oh dulce flama ardiente!, perfecto don de Dios,
aleja las tinieblas, las sendas del error.



Doncella inmaculada, ternura maternal,
bendita cula ninguna, sin culpa original.
Sellada fuente pura, ¡oh Madre del Amor!,
de Ti nació la Vida, el Reconciliador.  Amén.









MEDITACIÓN

Poner sobre roca los fundamentos


 
La predicación de la Iglesia presenta, desde todos los puntos de vista, una inquebrantable solidez; permanece idéntica a sí misma y se beneficia del testimonio de los profetas, de los apóstoles y de todos sus discípulos, testimonio que engloba la totalidad del designio de Dios ordenado infaliblemente a la salvación de los hombres y fundamento de nuestra fe.

Es en ella donde ha sido depositada la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo, arras del don de incorruptibilidad, confirmación de nuestra fe y escalera  de nuestra ascensión a Dios; y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia y toda gracia.  Y el Espíritu es Verdad. Por eso, los que se separan de él dejan de nutrirse de los pechos de su Madre para recibir la vida y ya no participan de la fuente límpida que mana del cuerpo de Cristo; de este modo se convierten en cisternas agrietadas que no retienen el agua.  Haciéndose extraños a la verdad, carecen de doctrina firmemente establecida, puesto que prefieren ser razonadores de palabras antes que discípulos de la verdad.  No están fundamentados sobre la Roca única, sino sobre arena.

SAN IRINEO DE LYON
Discípulo de San Policarpo, obispo de Esmirna.
Como obispo de Lyon (Francia), se erigió en defensor de la ortodoxia frente a los gnósticos.  Muere mártir (+ 200)











HIMNO DE VÍSPERAS

 
Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustia y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!

En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algú odio; nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor.  Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!

¡Qué importan males o bienes!  Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas; para mí sólo da rosas.
¿Rosas de pasión?  ¡Qué importa!  Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!
Amén.






IMÁGENES: RECOGIDA DE NTRA. SRA. DE LAS ANGUSTIAS, PATRONA DE AYAMONTE

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