sábado, 20 de noviembre de 2010

SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO (21/NOV, ÚLTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO)




El Rey del Universo
los hombres te proclaman:
sus corazones riges,
sus mentes y sus almas.

A quien rendido adora
y alaba el Cielo entero
hoy aclamamos todos
por Rey supremo nuestro.

Oh Príncipe pacífico,
somete los espíritus:
a los que se extravían
recoge en el aprisco.

En Cruz quedar quisiste,
los brazos siempre abiertos,
herido por la lanza
y el Corazón ardiendo.

Tu Amor trasverberado,
en Pan y Vino oculto,
de salvación es Fuente
y da la Vida al mundo.

Jesús, a Ti la gloria
-de todo Amor el centro-,
y al Padre y Santo Espíritu
por siglos sempiternos.
Amén.






ACUÉRDATE DE MÍ CUANDO LLEGUES A TU REINO

Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.  El ladrón no se atrevió a hacer esta súplica sin antes haber manifestado que era pecador.  Ya ves, cristiano, cuál es el poder de la confesión.  Confesó sus pecados y se le abrió el paraíso; confesó sus pecados y, con la certeza de su perdón, pidió el reino.  ¿Quieres conocer el reino?  ¿Qué ves, pues, aquí que se parezca?  Tienes ante tus ojos los clavos y una cruz, pero esta misma cruz, dice Jesús, es el signo de su reino.  Y yo, viéndole sobre la cruz, lo proclamo rey.  ¿No es lo propio de un rey morir por sus súbditos?  Él mismo lo ha dicho:  El buen pastor da la vida por sus ovejas.  Es así para un buen rey; también él da la vida por sus súbditos.  Yo lo proclamaré rey a causa del don que ha hecho de su vida.

¿Comprendes ahora cómo la cruz es el signo del reino?  He ahí otra prueba.  Cristo no dejó su cruz sobre la tierra, sino que la levantó y se la llevó al cielo con él.  Lo sabemos porque él la tendrá cerca de sí cuando vuelva en gloria.  Todo eso para que aprendas lo venerable que es esta cruz que Él mismo ha llamado su gloria.  Cuando venga el Hijo del hombre, el sol se oscurecerá, y la luna perderá su esplendor.  Entonces reinará una claridad tan viva que incluso las estrellas más brillantes quedarán eclipsadas:  Las estrellas caerán del cielo.  Entonces aparecerá en el cielo el signo del Hijo del hombre.  ¡Ya ves cuál es el poder del signo de la cruz!


SAN JUAN CRISÓSTOMO

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