MORIR SÓLO ES MORIR.
MORIR SE ACABA.
MORIR ES UNA HOGUERA FUGITIVA,
ES CRUZAR UNA PUERTA A LA DERIVA
Y ENCONTRAR LO QUE TANTO SE BUSCABA...
HIMNO DE VÍSPERAS
Si morir no es despertar,
si es simplemente morir,
¿para qué, muerte, vivir?
¿para qué, muerte empezar
esta angustia, este llorar?
Mas, si eres umbral y puerta
del misterior, si honda y cierta
aseguras mi esperanza,
¡qué cima de luz se alcanza
viviendo una vida muerta! Amén
EL QUE CREE EN MÍ, AUNQUE HAYA MUERTO, VIVIRÁ
No debemos llorar a los hermanos a quienes el Señor ha llamado para retirarlos de este mundo, porque sabemos que no se han perdido, sino que han marchado antes que nosotros: nos han dejado como si fueran unos viajeros o navegantes. Debemos envidiarlos en lugar de llorarlos, y no vestirnos aquí con vestidos oscuros siendo así que ellos, allá arriba, han sido revestidos de vestiduras blancas. No demos a los paganos ocasión para reprocharnos, con razón, si nos lamentamos por aquellos a quienes declaramos vivos juntos a Dios como si estuvieran aniquilados y perdidos. Traicionamos nuestra esperanza y nuestra fe si lo que decimos parece ficción y mentira. No sirve de nada afirmar de palabra su valentía y, con los hechos, destruir la verdad.
Cuando morimos pasamos de la muerte a la inmortalidad; y la vida eterna no se nos puede dar más que saliendo de este mundo. La muerte no es un punto final, sino un paso. Al final de nuestro viaje en el tiempo, llega nuestro paso a la eternidad. ¿Quién no se apresuraría hacia un bien tan grande? ¿Quién no desearía ser cambiado y transformado a imagen de Cristo? Nuestra patria es el cielo. Allí nos aguardan un gran número de seres queridos, una inmensa multitud de padres, hermanos y de hijos nos esperan; teniendo ya segura su salvación, piensan en la nuestra. Apresurémonos para llegar a ellos, deseemos ardientemente estar pronto junto ellos y junto a Cristo.
SAN CIPRIANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario