viernes, 29 de mayo de 2009

MADRE AUXILIADORA


Tengo mil dificultades: ayúdame.

De los enemigos del alma: defiéndeme.

En mis desaciertos: ilumíname.

En mis dudas y penas: confórtame.

En mis soledades: acompáñame.

En mis enfermedades: fortaléceme.

Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.

En las horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.

Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Amén.

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