sábado, 30 de mayo de 2009

EN LA BAJADA DE MARÍA AUXILIADORA DE LA BASÍLICA SALESIANA DE LA TRINIDAD (SEVILLA)


He pedido a Dios la salud

para poder hacer grandes cosas

y se me ha dado la enfermedad

para hacerlas mejor.


He pedido la riqueza

para ser feliz

y se me ha dado la pobreza

para ser sabio.


He pedido la prudencia

para ser elogiado de los hombres

y se me ha dado la fragilidad

para sentir la necesidad de Dios.


He pedido todas las cosas

para poder gozar de la vida

y se me ha dado la vida

para poder gozar de todas las cosas.


No he obtenido nada de lo que había pedido

pero he obtenido todo lo que había esperado.

Por ello, soy entre todos los hombres

el más feliz complacido.
(H. Viscardy)

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