MADRE, DANOS TU MIRADA
Tu mirada nos ayuda a mirarnos
de modo fraterno entre nosotros.
¡Mirémonos de modo más fraterno!
Tú nos enseñas a tener esa mirada que busca acoger,
acompañar, proteger.
Aprendamos a mirarnos unos a otros
bajo tu mirada maternal, María.
¡Madre, danos tu mirada! ¡Qué nadie nos la esconda!
Que nuestro corazón de hijos sepa defenderla
de tantos discursos vacíos que prometen ilusiones; de quienes tienen una mirada ávida de vida fácil, de promesas que no se pueden cumplir.
Que no nos roben la mirada de María, que está llena de ternura, nos da fuerza, nos hace solidarios entre nosotros.
Dígamos todos: ¡Madre, danos tu mirada!
¡Madre, danos tu mirada!
¡Madre, danos tu mirada!
Homilía, 22 de septiembre de 2013.
Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, Cagliari