HIMNO DE LAUDES
A ti, José, patriarca y artesano,
que habitas pobre y escondida casa.
Con voz alegre y corazón humilde
nuestra voz canta.
De regia estirpe, en posición modesta,
sufres paciente, resignado callas.
Mientras sustentas, con trabajo duro,
dos vidas santas.
Fiel artesano y ejemplar modelo,
das a los hombres pruebas bien preclaras:
de honra al trabajo,
y de hacer la vida santificada.
Sé compasivo con tus fieles siervos,
refrena torpes, sórdidas ganancias.
Que crezca Cristo místico en los ámbitos
de toda patria.
Dios uno y trino, que eres a la vez
Padre de todos y de toda alma,
haz que imitemos de José la vida
y muerte santa. Amén.
MEDITACIÓN
SAN JOSÉ, MAESTRO DE LA VIDA INTERIOR
Mira cúantos motivos para venerar a San José y para aprendar de su vida: fue un varón fuerte en la fe; sacó adelante a su familia -a Jesús y a María- con su trabajo esforzado; guardó la pureza de la Virgen, que era su esposa; y respetó -¡amó!- la libertad de Dios, que hizo la elección no sólo de la Virgen como Madre, sino también de él como esposo de Santa María.
San José, Padre y Señor nuestro, castísimo, limpísimo, que has merecido llevar a Jesús Niño en tus brazos y lavarle y abrazarle: enséñanos a tratar a nuestro Dios, a ser limpios, dignos de ser otros cristos. Y ayúdanos a hacer y a enseñar, como Cristo, los caminos divinos -ocultos y luminosos-, diciendo a los hombres que pueden, en la tierra, tener de continuo una eficacia espiritual extraordinaria.
Quiere mucho a San José, quiérele con toda tu alma, porque es la persona que, con Jesús, más ha amado a Santa María y el que más ha tratado a Dios: el que más le ha amado después de nuestra Madre. Se merece tu cariño, y te conviene tratarle, porque es Maestro de vida interior y puede mucho ante el Señor, y ante la Madre de Dios.
SAN JOSEMARÍA ESCRIBÁ
ORACIÓN
Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterior de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José, haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.