miércoles, 22 de diciembre de 2010

7 MEDITACIONES MARIANAS EN LA SEMANA DE LA O (VII)




DIOS ES PODEROSO, ES EL OMNIPOTENTE

Dios es poderoso, es el Omnipotente.  a María se la llamó "la Omnipontete por gracia".  Ella también es poderosa: puede y obtiene.  Nosotros somos miserables.  Y aquellos de nosotros que se crean distintos, precisamente por eso forman parte de nuestras filas.  Pero quizá nuestra impotencia y nuestra pobreza, si amamos a Dios, nos puedan servir.  Pueden hacer que obtengamos algo.  Si el Padre de los cielos quiso que Jesús fuese nuestro hermano y si, para su venida, preparó de entre la humanidad a una Inmaculada, es porque estamos maltrechos, tenemos el alma herida, somos pecadores.  El pecado ha de odiarse.

Pero, bien mirada, la venida de Jesús a la tierra por medio de María podría hacernos morir de alegría si no fuera porque Dios nos mantiene con vida.  Jesús en la tierra... hermanado con nosotros... que dice:  Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá, como un buen hijo, que, compadecido, le dice a us hermano díscolo:  "Ve a papá y pídeselo de mi parte", seguro de que así lo obtenga más fácilmente.  Jesús en la tierra...  Jesús hermano nuestro...  Jesús muriendo entre ladrones por nosotrso:  Él, el Hijo de Dios, equiparado a los demás. 

CHIARA LUBICH





FOTOGRAFÍAS: NTRA. SRA. DE LA O (TRIANA, SEVILLA)

7 MEDITACIONES MARIANAS EN LA SEMANA DE LA O (VI)


ENSALCEMOS JUNTOS SU NOMBRE


Que en todos resida el alma de María para glorificar al Señor; que en todos resida el espíritu de María para exultar en Dios.  Si bien es cierto que, físicamente, no hay más que una Madre de Cristo, por la fe, Cristo es el fruto de todos, porque toda alma recibe al Verbo de Dios con la condición de permanecer sin mancha, preservada del mal y del pecado, guardando la castidad en una inalterada pureza.  Así pues, toda alma que llega a este estado exalta al Señor, igual que le alma de María exaltó al Señor.

En efecto, el Señor fue magnificado tal como lo habéis leído en otra parte:  Proclamad conmigo la grandeza del Señor. No porque la palabra humana pueda añadir algo al Señor, sino porque Él crece en nosotros.  Cristo es la imagen de Dios, por lo que el alma que hace alguna cosa justa y religiosa proclama esta imagen de Dios, a semejanda de quien ella ha sido creada.  Proclamándola, particia en cierta forma de su grandeza y se eleva; parece que reproduce en ella esta imagen a través del esplendor de los colores de sus buenas obras y, hasta cierto punto, la copia de sus virtudes.

SAN AMBROSIO


FOTOGRAFÍA: NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA DEL MAR (AYAMONTE)


martes, 21 de diciembre de 2010

CUMPLEAÑOS DEL RECTOR MAYOR: EL ENTUSIAMO DE SER SALESIANO

¡¡LA FAMILIA SALESIANA DE POZO DEL CAMINO LE DESEA MUCHA PAZ Y BIEN!!

7 MEDITACIONES MARIANAS EN LA SEMANA DE LA O (V)



DICHOSA LA QUE HA CREÍDO

María es dichosa, tal como su prima Isabel se lo ha dicho, no sólo porque Dios la ha mirado, sino porque ha creído.  Su fe es el mejor fruto de la bondad divina.  Pero ha sido necesario que el arte inefable del Espíritu Santo viniera sobre Ella para que una tal grandeza de alma se uniera, en el secreto de su corazón virginal a una tal humildad.  La humildad y la grandeza del alma de María, así como su virginidad y su fecundidad, son semejantes a dos estrellas que se iluminan mutuamente, porque en María la profundidad de su humildad no perjudica en nada a la generosidad de su alma, y viceversa.

Puesto que María se juzgaba  a sí misma de manera tan humilde, no fue menos generosa en su fe en la promesa que el ángel le había hecho.  Ella, que se miraba a sí misa como una pobre y pequeña esclava, no dudó en absoluto ser llamada a este misterio insondable.  Creyó inmediatamente que iba a ser verdaderamente la Madre de Dios-hecho-hombre.  Es la gracia de Dios la que produce esta maravilla en el corazón de los elegidos:  la humildad no los hace ser temerosos ni tomoratos, como tampoco la generosidad de su alma los vuelve orgullosos.  Al contrario, en los santos, estos dos virtudes se refuerzan la una a la otra.

SAN BERNARDO



FOTOGRAFÍA:  NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA CORONADA (HUELVA)


lunes, 20 de diciembre de 2010

7 MEDITACIONES MARIANAS EN LA SEMANA DE LA O (IV)


EL ESPÍRITU SANTO SUSCITA LA NUEVA CREACIÓN EN MARÍA


El Espíritu Santo vendrá sobre Ti.  María, en ti sobrevendrá.  En otros santos ha venidoya, en otros, vendrá; pero en Ti, sobrevendrá por la fecundidad, por la abundancia, por la plenitud de su efusión en todo tu ser.  Cuando te haya llenado, aún estará sobre Ti, se cernirá sobre tus aguas para hacer en Ti una obra mejor y más admirable que cuando, cerníéndose sobre las aguas en el principio, hizo evolucionar la materia creada hasta conseguir sus diversas formas.  Y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra.  Cristo, fuerza y sabiduría de Dios, te pondrá bajo su sombra, porque la humanidad que de Ti será tornada por el Verbo hará de pantalla a la luz inaccesible de Dios; esta luz, tamizada por su pantalla, penetrará en tus castísimas entrañas.

Dinos, te rogamos, ¿en qué estado se encontraba tu alma, tu corazón, tu espíritu, tus sentidos y tu razón?  Tú llameabas como la zarza que antaño vió Moisés y no te quemabas. Te fundías en Dios, pero no te consumías.  Ardiente, te abrasabas bajo el fuego de lo alto; mas de este fuego divino te fortalecías, para estar siempre ardiente y fundirte todavía más en Él.  Has llegado a ser más virgen, e incluso más que virgen, porque eres virgen y madre.  Te saludamos, pues, Llena de Gracia, el Señor está contigo; bendita eres Tú entre todas las mujeres y es bendtio el fruto de tus entrañas.

SAN AMADEO DE LAUSANA





FOTOGRAFÍAS: NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA  (LA REDONDELA)  EL DÍA 18 DE DICIEMBRE



7 MEDITACIONES MARIANAS EN LA SEMANA DE LA O (III)



HIZO LO QUE EL ÁNGEL DEL SEÑOR LE HABÍA MANDADO

Al comienzo de su peregrinación en la fe, la fe de María se encuentra con la fe de José. Si Isabel había dicho de  la Madre del Redentor:  Dichoso Tú que has creído, en cierto sentido se puede también atribuir esta bienaventuranza a José, porque él respondió afirmativamente a la Palabra del Señor cuando le fue anunciada en este momento decisivo.  José, es cierto, no respondó al anuncio del ángel como María, pero él hizo lo que el ángel le había dicho:  llevársela como esposa, lo cual es pura obediencia de fe.

Se puede decir que lo que hizo José le unió, de manera muy especial, a la fe de María; aceptó como una verdad venida de Dios lo que Ella había aceptado ya en el momento de la Anunciación.  El Concilio Vaticano II dice:  "Cuando Dios se revela, el hombre tiene que someterse con la fe.  Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela".  Esta frase, que toca a  la esencia misma de la fe, se aplica perfectamente a José de Nazaret.

JUAN PABLO II











FOTOGRAFÍAS:  BESAMANOS DE NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA DE TRIANA