Aunque el agrupamiento de casas en torno a un pozo de agua fue el origen de lo que hoy llamamos Pozo del Camino, sería otro el motivo por el que, muchos años más tarde, realmente se convirtiera ese conjunto de casas y personas en una población con conciencia de pueblo y con sus propias señas de identidad. Fue la fiesta o romería de María Auxiliadora, creada en 1939, lo que realmente convirtió en pueblo a Pozo del Camino. Las noticias más antiguas del lugar se remontan a 1870, cuando se construye el brocal del pozo del Cura Alférez, divisionario de los términos de Ayamonte y La Redondela.
Otro documento nos traslada al año 1854, cuando se hace referencia al lugar en una carta dirigida por la Junta de Sanidad de Ayamonte a la de Isla Cristina en contestación a otra en la que ésta preguntaba “si estaba conforme la de esa ciudad con establecer un Palenque en el Pozo del Camino” con objeto de que sirviera como medida sanitaria para evitar la propagación de una epidemia de cólera que se estaba extendiendo. La Junta de Ayamonte contestó que no estaba de acuerdo. Aquel agrupamiento de casas de campo iría tomando forma de aldea, de modo que en 1891 el ayuntamiento de Isla Cristina acuerda nombrar alcaldes de barrio para Pozo del Camino y Punta del Caimán, recayendo el del “Barrio del Pozo del Camino” en la persona de Manuel Romero Domínguez. Desde finales del siglo XIX y hasta los años 20 del siglo XX muchas familias de la élite socioeconómica de Isla Cristina construyeron segundas residencias en las inmediaciones de Pozo del Camino con objeto de pasar allí los crudos y húmedos inviernos que se dejaban sentir tan cerca de la mar. Fue en la residencia de una de aquellas familias donde se gestó la convocatoria de una fiesta y la elección de una patrona para la aldea pozocaminera.
La imagen encargada a los Salesianos, llegó el Domingo día 17 de Septiembre de 1939, y fue traída desde Sevilla en el automóvil familiar. Al llegar la Virgen a la aldea “todas las fachadas de las viviendas aparecían adornadas con plantas y colgaduras (…), a las seis y media de la tarde salió de la morada de los Sres. De Roselló Zarandieta, D. José, la imagen de Ntra. Sra. sobre artísticas andas exornadas con gran gusto, con flores, candelabros, briseras, y atributos de culto, siendo conducida a hombros por devotos venidos de la aldea llevando al cuello la medalla simbólica de su arraigada fe y anexión a la congregación religiosa”.
La imagen fue bendecida por el párroco Manuel Gómez Barba, recorriendo después las calles de la aldea. La procesión, acompañada del pueblo y autoridades, se encaminó al lugar donde se levantaría la capilla, con objeto de proceder a la colocación de la primera piedra; al regreso a la aldea la Virgen fue colocada en una capilla provisional. Por la noche se organizó un baile en la casa de la familia Roselló Columé, que se encontraba en la actual carretera, en la acera de poniente, algo más delante de la farmacia que hoy existe. Al año siguiente, en Mayo, se convocó una imitación de romería con el costumbrismo y folclorismo propios, incluso se habilitó una carreta tirada por bueyes para procesionar a la Virgen. Ese mismo año de 1940 se había concluido las obras iniciales de la capilla y en el mes de Agosto tuvo lugar el primer matrimonio, entre Antonio Aguilera Pereira y un joven apellidado Yaque Canela, cuyo nombre de pila no fue recogido por la prensa. Al parecer se llevaron a cabo nuevas obras en la nueva iglesia pozocaminera en 1947, puesto que durante las fiestas de aquel año fue bendecida la capilla e inaugurada la pila baustimal, honor que recayó en un hijo de Emilio Cabet Romero y Lola Navarro Martín, al que le pusieron por nombre José. Desde aquellos orígenes esta romería se ha celebrado sin interrupción…