El que no tiene celos no está enamorado.
Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
La medida del amor es amar sin medida.
Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos.
Todo el que cree, piensa. Porque la fe, si lo que cree no se piensa, es nula.
Casarse está bien. No casarse está mejor.
Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.
La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.
Las lágrimas son la sangre del alma.
La ignorancia es madre de la admiración.
El hábito, si no se resiste, al poco tiempo se vuelve una necesidad.
Errar es humano, perseverar el error diabólico.No vayas mirando fuera de ti, entra en ti mismo, porque la verdad habita en el interior del hombre.
Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Él.
Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque éste es el veneno de la amistad.
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.