viernes, 24 de octubre de 2008

EL 24 NOS UNE


















Quiso Dios, y sólo Él, que celebremos este 24 de Octubre tres efemérides importantísimas en nuestra Parroquia:



  • La fecha clave de la fundación del instituto de las FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA, primera casa andaluza. Aunque las primeras hermanas llegaron en Julio, no fue hasta esta fecha cuando se incorporaron todas a la Comunidad (así lo reconoce el mismo Instituto) y empezaron a funcionar como tal hace ya 35 años.



  • La erección canónica de la ADMA en 2004, hace cuatro años, en la conmemoración mensual de María Auxiliadora. Se barajaron varias fechas y, la del 24 no era precisamente la que más peso tuviera; al contrario, todos eran inconvenientes para ese día. Pero el Señor escribe recto con renglones torcidos y se optó, contra toda esperanza por el DOMINGO DÍA 24, día del DOMUND, pasando este día a escribirse con letras de oro en la historia de Pozo del Camino.



  • FIESTA DEL PADRE CLARET: El 24 de Mayo, nuestro anterior Párroco, estando en el Altar me susurra casi al oído: -Pienso añadir una fiesta más a las que ya celebramos en la Parroquia: SAN ANTONIO MARÍA CLARET, ¿qué te parece? -24 de Octubre, le dije yo. Me parece bien, coincide con el Aniversario de la ADMA. -Con más razón entonces: este año celebraremos a San Antonio María Claret en el aniversario de la ADMA. (No sabíamos por aquel entonces que lo celebraríamos con nuestros nuevos párrocos, seguidores del santo obispo español)


¡¡Las cosas de Dios que quiso que las tres familias de la Parroquia, unidas en el amor a su Madre, estén marcadas también por un mismo día en común!!





FELICIDADES A LA FAMILIA SALESIANA, FRANCISCANA Y CLARETIANA DE POZO DEL CAMINO

jueves, 23 de octubre de 2008

SAN ANTONIO MARÍA CLARET, DEVOTO DE MARÍA



El fundador de la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, a la que pertenecen nuestros párrocos, nació en Sallent (Barcelona), en 1807. En el bautismo le pusieron por nombre Antonio, pero después el se añadió el nombre de María, diciendo: "Es que María Santísima es mi Madre, mi Maestra y mi todo, después de Jesús"
En su juventud siente dos intervenciones de la Santísima Virgen que lo mueven a amarla mucho más y a propagar por todas partes su devoción. La primera fue en una ocasión en la que le llegaron terribilísimas tentaciones contra la pureza. Cuando el peligro de consentir era mayor, vio en sueños que Nuestra Señora le ofrecía una corona de triunfador y le decía: "Esta corona será para ti si rechazas la tentación". Con esto se sintió lleno de valor y logró salir victorioso de aquel peligro. En adelante la Stma. Virgen le concedió una pureza admirable, durante toda su vida. La segunda intervención de la Virgen en su favor sucedió en el mar, cuando estando él dándose un baño llegó una inmensa ola y lo arrastró hacia el océano profundo. Él, viéndose perdido, rezó con toda fe a la Madre de Dios, y sin saber cómo, se halló otra vez en la orilla, sano y salvo. Toda la vida recordó estos hechos admirables y no se cansaba nunca de recomendar a sus oyentes la devoción a la Madre Celestial.
Ingresó al seminario de Vic (Barcelona) y allí recibió la ordenación sacerdotal. Fue luego nombrado vicepárroco y pronto empezó el pueblo a conocer cuál era la cualidad principal que Dios le había dado: era un predicador impresionante, de una eficacia arrolladora. De todas partes lo llamaban a predicar misiones populares, predicando hasta diez sermones en un día. Viajaba siempre a pie y sin dinero.
Lo que hizo San Juan Bosco en Italia en ese tiempo a favor de las buenas lecturas, lo hizo San Antonio Claret en España y se propuso emplear todo el dinero que conseguía en difundir buenos libros.
En 1849 al darse cuenta de que para mantener viva la fe del pueblo se necesitan sacerdotes entusiastas que vayan por campos y ciudades predicando y propagando buenas lecturas, se reunió con cinco compañeros y fundó la Comunidad de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, que hoy se llaman Claretianos. Actualmente son 3.000 en 385 casas en el mundo.
Falleció el 24 de octubre de 1879, en el monasterio cisterciense de Fuente Fría (Francia). Tenía apenas 63 años pero estaba desgastado de tanto predicar, escribir, viajar y sufrir por la salvación de las almas.
EN NUESTRA PARROQUIA, HAY UN CUADRO DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET, REGALADO POR LA ADMA A NUESTRO PÁRROCO EL 24 DE OCTUBRE DEL AÑO PASADO

IV ANIVERSARIO DE LA ADMA. FOTOS DE LA FUNDACIÓN
















domingo, 19 de octubre de 2008

CARISMAS MISIONEROS: MISIONEROS CLARETIANOS



Todo comenzó el 16 de julio de 1849 en una sencilla celda de seminarista en el caserón del seminario de Vic (Barcelona). Cinco jóvenes sacerdotes, con el P. Claret a la cabeza, se lanzaban a la aventura de fundar una congregación de misioneros. Comenzaba en un lugar prestado, con poca gente y sin medios, pero con un programa claro: arder, abrasar, encender. El P. Claret, años después, fijaría aquellas primeras intuiciones en lo que posteriormente se ha venido en llamar: “La definición del misionero”. “Yo me digo a mí mismo: Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios posibles encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas”. En aquellos años la Congregación se dedicó fundamentalmente a dar misiones populares y ejercicios, iniciándose ya en otras actividades varias como publicaciones, creación de grupos de vida cristiana, obras de promoción social y, finalmente, la educación y las parroquias. En estas actividades fue creciendo y consolidándose, al mismo tiempo que se extendía a zonas misioneras de África y América. El segundo tiempo se inicia con la muerte del P. José Xifré y el nacimiento de un nuevo siglo: 1900. Fue una etapa de institucionalización, en la que la Congregación salió de la influencia de los fundadores y de sus orígenes catalanes. La expansión se vio seriamente influenciada por las guerras, particularmente la guerra civil española que trajo consigo el martirio de casi 300 de sus miembros. Y los inicios del tercer tiempo coincidieron con el Centenario de la Congregación (1949) y la canonización del Fundador, San Antonio Mª Claret (1950). Con este motivo la Congregación tomo un vigoroso impulso misionero que, posteriormente, se vería ratificado con la renovación del Concilio Vaticano II, en el que participaron, entre otros, un cardenal y siete obispos claretianos.




Hoy, a la entrada del tercer milenio, los Misioneros Claretianos gozan de una rica y serena auto comprensión de su identidad y misión en la Iglesia y en el mundo, expresada en nuevos documentos y proyectos que recogen la pluralidad de culturas y compromisos misioneros. En nuestros días, resulta difícil entender la actividad misionera de la Congregación sin una debida planificación en función de áreas y niveles y sin tener en cuenta las opciones y los sujetos preferenciales de las Iglesias, de la Congregación Claretiana y de los organismos. El P. Fundador demostró su interés porque la Congregación se extendiera. Deseó que saliera de Cataluña, que fuera a América Latina, que fuera a Estados Unidos... Se cumplieron sus pronósticos sobre América Latina, a la que llamaba “la viña joven”. Pero hoy la Congregación cuenta con otras viñas más jóvenes aún: Asia, África y el Este de Europa. La Congregación emergente se presenta con unas características verdaderamente nuevas: no viene de América sino de Asia y de África; no viene de la Europa occidental sino del Este europeo; no es de raza blanca sino de variedad de razas; no se expresa en castellano o portugués sino en inglés, francés... y otras múltiples lenguas desconocidas para nosotros; no proviene de contextos culturales marcados por el cristianismo sino de otras tradiciones culturales y religiosas; no dispone de medios económicos para autofinanciarse y tiene un notable índice de crecimiento sostenido con una media de edad muy baja.





La realidad pluricultural que nos rodea les compromete, en este tercer milenio, con nuevos retos en los que es obligada una gran dosis de armonía y lucidez. En América Latina se esfuerzan por renovar la opción por los pobres, el desafío de la pastoral urbana y suburbana, la lectura popular de la Biblia, el ministerio de la consolación frente al sufrimiento del pueblo. En Asia tratan de testimoniar la experiencia cristiana en un contexto de pluralismo religioso, promoviendo el interés por la Palabra de Dios, la formación para la inculturación, el diálogo interreligioso, la justicia y la paz y la presencia en las grandes bolsas de pobreza. En África procuran, por encima de todo, sensibilizar a través de la Palabra para llevar a cabo un servicio profético contra los abusos de gobernantes y de los poderes influyentes del extranjero, apoyando grupos religosos y sociales que abran caminos de esperanza y acompañando las situaciones inhumanas por medio de la promoción de niños y adultos.
FELICITAMOS DESDE AQUÍ A NUESTROS PÁRROCOS EN EL DÍA DE SU FUNDADOR

CARISMAS MISIONEROS: FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA










Consagradas a la Misión Universal

Hablar de su identidad es hablar de la misión universal, vivida como una aventura en comunión, al servicio de la vida y de la esperanza. Pero, ¿qué es la misión universal para ellas, Franciscanas Misioneras de María, hoy? Es una llamada para anunciar la Buena Noticia. Este don las invita a estar prontas para ir donde quiera que sean enviadas. Para la misión y sus riesgos María de la Pasión –su fundadora– las quiere disponibles y fuertes en la fe para dejarlo todo, por llevar el Mensaje de Jesús.





¿Quiénes son?
Una familia, formada por un grupo de mujeres de todas las razas, clases sociales y de 74 nacionalidades distintas que, reunidas por el Espíritu, forman una fraternidad internacional que sigue la identidad y carisma de María de la Pasión (Elena de Chappotin). Una mujer de fuerte y tierna personalidad, que no tuvo miedo al riesgo ni a la dificultad y logró abrir un camino nuevo en la Iglesia. No sólo para ella sino para miles de mujeres que desde el principio le siguieron de todos los países y a las que envió a todos los continentes. Tras diferentes avatares, esta mujer audaz alentada por el Papa, el 6 de enero de 1877, a sus 37 años, emprende la tarea de fundar un instituto misionero en la Iglesia. Pronto se ve rodeada de jóvenes de todo el mundo que desean vivir y compartir su ideal misionero en los países más lejanos y remotos. Tras las dificultades de los primeros tiempos, a partir de 1884 comienza el desarrollo alternando la expansión por Europa, Asia, África, y América. Por fin, y tras muchos años deseándolo, llega a fundar a España, el 23 de junio de 1900 (en Julio de 1973 se fundará la primera casa de Andalucía de las FMM, en Pozo del Camino, diócesis de Huelva, siendo actualmente la única casa de la provincia y de Andalucía Occidental). Cuando el 15 de noviembre de 1904 muera en San Remo (Italia), dejará abierta más de 80 casas, con 2.069 Franciscanas Misioneras de María trabajando en toda clase de actividades y en casi todos los continentes. Siguiendo la impronta de esta gran mujer y como herederas de su espíritu, muchas de sus seguidoras han sellado su testimonio con la sangre. Ya en vida de la fundadora, tiene lugar el martirio de las siete primeras Franciscanas Misioneras de María en Taiyuan-fu (China). “Mis siete dolores y mis siete alegrías”, dirá María de la Pasión. A lo largo del siglo, veintinueve más han sellado con el holocausto de sus vidas, su presencia misionera en los distintos países del mundo. Sin contar las secuestradas, maltratadas, encarceladas y demás. Son las que han vivido hasta el fin la ofrenda total por la salvación del mundo, propia del carisma. Además, muchas otras han dado su vida contagiadas por las epidemias a las que trataban de llevar alivio. Entre éstas destaca la beata María Assunta Pallota, víctima del tifus en 1905 en China, beatificada en 1954. Son ellas las que han dado al instituto su fecundidad misionera. Otras 11.086 Franciscanas Misioneras de María han seguido el surco abierto por María de la Pasión llevando la Buena Noticia de la salvación a todos los pueblos.





¿Adónde van y qué hacen?



El Instituto ha estado siempre al servicio de la Iglesia, allí donde se las ha solicitado. En la actualidad, las Franciscanas Misioneras de María son 8.010 y están presentes en 77 países de los cinco continentes, unidas por un mismo ideal y una idéntica misión: servir a la misión universal. Para lograr el objetivo común del instituto –la transmisión del mensaje de Cristo– las Franciscanas Misioneras de María se hacen presentes entre los hermanos a través de múltiples actividades. En concreto, se trabaja por el desarrollo, la justicia y la liberación integral, como exigencia del Mensaje de Jesús. Allí donde no es posible el anuncio expreso de Jesucristo, por prohibirlo así las leyes del país, se evangeliza por el testimonio de presencia y vida. Su servicio a los más pobres, su solidaridad con el pueblo se convierte así en manifestación y signo del amor de Dios. Y como artífices de paz, se comprometen y luchan por un mundo más humano. Como Francisco de Asís, prefieren a los más pobres, los marginados, excluidos. Viven entre los que reclaman pan y justicia, sin distinción de raza, cultura o nacionalidad, sin preguntarles por su religión o partido político. Siempre junto al débil, al disminuido físico o psíquico, con los analfabetos, en los campos de refugiados políticos, con los emigrantes, los que no tienen los papeles en regla o los que nunca pudieron tenerlos. Con los campesinos pobres, sin tierras y los sin país: en medio del pueblo palestino y del sirio, con los judíos, los libaneses o argelinos. Con los presos, los enfermos, los leprosos... De una manera especial se preocupan de la promoción de la mujer en todos los países, por que son siempre las más pobres y por su trascendencia en la vida socio-familiar. También se trabaja en los barrios de delincuencia, prostitución, entre las familias hacinadas, con las minorías étnicas. Y por supuesto, con el mundo de la drogadicción y el Sida. ¡Ningún campo está cerrado a su misión! Su presencia en tantos y tan diferentes campos exige estar abiertas tanto a las necesidades del mundo actual como a la Palabra de Dios, mediante la oración personal y comunitaria. La oración es una parte esencial de su vida. Y muchas veces la única evangelización posible cuando, después de treinta, cuarenta o cincuenta años en una misión, hay que regresar a casa para cuidar los achaques que los años y los trabajos han ido acumulando. Esta misión de ofrenda y oración es la que todas podemos realizar sin que cuente la edad o la salud. Una oración contemplativa para estar dispuestas como María: Su “Heme aquí... Hágase...” es su lema.



Carisma


Participamos en la misión universal de la Iglesia, aportando el carisma que fue dado a María de la Pasión. Pero un carisma no como algo estático, sino como un compromiso de creatividad. Y por eso, hoy se vive como al principio pero recreado en su triple dimensión: Se comprometen a seguir a Cristo en su entrega al Padre, por la salvación del mundo, en el misterio de la Encarnación y de la Pascua; ofreciendo la propia vida para que se realice en el mundo el designio amoroso del Padre: su Reino.Por eso y para eso se es misionera: enviadas para anunciar esta Buena Noticia de Salvación a los más pobres, marginados y despreciados, con prioridad a quienes no la conocen, porque el amor de Cristo no les ha sido nunca revelado.El trabajo misionero encuentra su dinamismo en la contemplación y seguimiento de Cristo. La Eucaristía es el centro de su vida, tanto en la celebración –que es la actualización de la entrega de Cristo por la salvación del mundo–, como en la adoración, presencia viva, hecha Palabra y Pan que se parte y reparte para que el mundo tenga vida. Con ella aprendemos a ser "cuerpo entregado" y "sangre derramada", por todos los hermanos.Esta triple dimensión del carisma se vive con un estilo: como María, la Mujer que, en total disponibilidad de amor, supo acoger, en la sencillez de su vida, el mayor Acontecimiento de la Historia: el misterio de un Dios que se hizo hombre en su ser, entregándolo al mundo, con la misma gratuidad con que lo recibió. La actitud de María, que en la fe y el servicio humilde ofreció todo su ser en completa disponibilidad de amor, para que el Espíritu realizara en ella la obra del Padre, debe ser la característica propia de una Franciscana Misionera de María. Y con un talante: Como Francisco de Asís, viviendo el Evangelio en medio del mundo, con sencillez, paz y gozo. Con las hermanas que Dios nos da, y construyendo su vida comunitaria desde la fe, en torno a Cristo, Palabra y Pan.
















SIRVA COMO SENCILLO Y HUMILDE RECONOCIMIENTO

A LA VIDA DEDICADA Y ENTREGADA DE NUESTRAS




FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA

(35 AÑOS EN POZO DEL CAMINO)





¡¡GRACIAS, HERMANAS!!

CARISMAS MISIONEROS: MISIONES SALESIANAS



San Juan Bosco organizó la primera expedición misionera hacia la Patagonia argentina en el año 1875, dando origen a las Misiones Salesianas. Un primer grupo de 10 misioneros partió de Turín el 11 de noviembre y llegó a Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875. Desde entonces muchos miembros de la Congregación Salesiana han decidido llevar a cabo una tarea evangelizadora en los países menos desarrollados. La Congregación Salesiana fue fundada por San Juan Bosco en 1859. Por su voluntad los Salesianos de Don Bosco son “íntimamente solidarios con el mundo y con su historia”, están “abiertos a la cultura de los pueblos y las necesidades de los jóvenes y de los ambientes populares” y se comprometen en favor de “la justicia y de la paz, rechazando todo cuanto favorece la miseria, la injusticia y la violencia, y cooperando con quienes construyen una sociedad más digna del hombre”.
Educación para el futuro
El compromiso salesiano se define mediante la promoción humana y la evangelización. Estos dos aspectos conforman el quehacer misionero, tal como explica el rector mayor de la Congregación, don Pascual Chávez: “La evangelización hoy no puede separarse de la promoción humana, que no es otra cosa que hacer pasar a las personas de situaciones inhumanas a condiciones cada vez más humanas. Es más, la promoción humana es el criterio de la auténtica evangelización, porque la aceptación de Cristo significa la revalorización del hombre, el reconocimiento de su dignidad”. De este modo los salesianos han trabajado por la promoción de los hombres, dedicándose de una manera especial a la formación de niños y jóvenes de barrios marginales, que de otra manera quedarían excluidos de la sociedad.



La obra misionera salesiana que comenzó en 1875 se extiende hoy por todo el mundo. Más de 16.000 Salesianos de Don Bosco y más de 15.000 Hijas de María Auxiliadora están realizando una tarea evangelizadora y de promoción humana en 125 países, con especial ahínco en las comunidades de América Latina, Asia, África y Europa del Este. Junto al número de misioneros, la orientación de su actividad ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas. Durante muchos años la evangelización estuvo unida a una serie de aportaciones materiales, que intentaban paliar la pobreza de los lugares de misión. Esta forma de entender el trabajo misionero ha ido, sin embargo, cambiando, en busca de una fórmula de mayor eficacia. En este momento se tiende hacia la organización de obras autogestionadas, capaces de disminuir la pobreza del entorno y de favorecer el desarrollo de la comunidad, impulsando el empleo de profesionales locales y la utilización de recursos propios. Siguiendo estos parámetros las actuaciones misioneras salesianas, realizadas durante los últimos años, han permitido atender diversas necesidades, que encuadramos dentro de los siguientes campos:




  • Oratorios y centros juveniles: Los oratorios se enmarcan dentro del sistema preventivo de Don Bosco, que educa al niño a través de actividades lúdicas o deportivas, atrayéndole hacia otras actividades formativas que se producen posteriormente en la escuela y la catequesis. Los oratorios suelen desarrollarse en centros escolares salesianos, fuera del horario lectivo, para que niños sin recursos puedan utilizar las instalaciones.


  • Escuelas: La educación salesiana se ofrece en escuelas de preescolar, primarias, secundarias, técnicas, centros de alfabetización y facultades universitarias.


  • Escuelas profesionales y agrícolas: Especialmente destinadas a la formación profesional de los jóvenes y a la capacitación de adultos.




  • Internados y residencias: Lugares de acogida para los alumnos que no pueden regresar a sus hogares a causa de diversos problemas, como son la escasez de recursos, las grandes distancias a recorrer o las dificultades familiares. Las residencias se adaptan a las necesidades y la edad de sus ocupantes.


  • Obras de orientación vocacional: Centros de acogida y formación para jóvenes aspirantes que quieren conocer la vida salesiana.


  • Parroquias y misiones: Establecimiento de parroquias, santuarios, iglesias y residencias en lugares de misión.


  • Obras de promoción social: Asistencia a los emigrantes, puesta en marcha de leproserías y dispensarios médicos, atención a jóvenes en dificultad, y diversos centros de promoción social.


  • Obras de comunicación social: Editoriales, tipografías, centros audiovisuales, librerías, centros de proceso de datos, radios y televisiones salesianas.


  • Servicios pastorales: Centros catequéticos, centros de espiritualidad, pastoral juvenil y animación del tiempo libre, casas de reposo y procuras misioneras (centros de acogida a los misioneros de viaje, de animación misionera y de recaudación de fondos para el sostenimiento de las obras).


  • Centros de formación: Noviciados, centros de estudio de Teología, centros de perfeccionamiento y de formación permanente.