Celebra: Rvdo. P. Karol Adam Zuraw, párroco
Lectores:
N.H. Isabel Teresita del Niño Jesús Rodríguez Jiménez
Manuel
Luz para iluminar a las naciones
El viejo Simeón era todo él una llama encendida que iluminaba dando testimonio de la luz; lleno del Espíritu Santo, recibió, oh Dios, tu misericordia en medio de tu templo y dio testimonio de que Jesús es la misericordia y la luz de tu pueblo. ¡Regocíjate, anciano justo!, mira realizado hoy lo que habías vislumbrado desde antiguo: las tinieblas del mundo se han disipado, las naciones caminan a la luz del Señor.
Abraza, oh santo anciano, la sabiduría de Dios y rejuvenece. Recibe en tu corazón la misericordia de Dios y tu vejez conocerá la dulzura de la misericordia. Descansará sobre mi pecho, dice la Escritura. Y tú dices: "Aún cuando lo devuelva a su madre, se quedará conmigo. Mi corazón se embriagará de su misericordia y más aún el corazón de su madre... Doy gracias y alabo a Dios por ti, María, llena de gracia, porque has dado al mundo la misericordia que yo acojo en mis brazos; el cirio que tú preparaste, lo tengo entre mis manos".
Y vosotros, hermanos, ved el cirio arder entre las manos de Simeón, encended vuestros cirios con la luz del anciano. Entonces, no solo llevaréis una luz en vuestras manos, sino que vosotros mismos seréis luz.
Luz en vuestro corazón, luz en vuestras vidas, luz para vosotros, luz para vuestros hermanos.
BEATO GUERRICO DE IGNY
Abad cisterciense (1080-1157)