Todo el mundo en general,
a voces, Reina escogida,
diga que sois concebida
sin pecado original.
Miguel Cid, poeta
Sevilla, siglo XVII
“A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, haciéndolos cada vez más obedientes y fieles a la palabra de Dios”.
San Juan Pablo II