En la página 39 de la revista ANGUSTIAS 2015, que publica la Hermandad de Ntra. Sra. de las Angustias de Ayamonte, aparece un artículo sobre nuestra peregrinación andando a la ofrenda de flores.
Agradecemos desde aquí la deferencia de la Junta Gestora de la Hermandad con estos humildes pero fervorosos peregrinos, enamorados de María, que por Ella van andando y rezando, sintiendo el auxilio de la Virgen en cada paso, en cada misterio de su Rosario que en el camino vamos desgranando...
¡¡Gracias por acordarse de estos peregrinos salesianos de Pozo del Camino!!
Igualmente agradecemos a N. H. D. José Fernández González, pregonero de María Auxiliadora en 2011, el interés y colaboración prestada en la realización de dicho artículo.
¡¡Gracias de corazón!!
Reproducimos a continuación el referido artículo:
Hasta
rendirnos a
tus plantas,
Angustias
Así
comienza y así termina, como alfa y omega, principio y fin, Señora de Ayamonte,
el peregrinar gozoso de tus hijos salesianos de Pozo del Camino en la víspera
de tu día grande. Rendidos a las plantas de Nuestra Auxiliadora para terminar
rendidos nuevamente ante una imagen dolorosa que se vuelve gloria septembrina
de los ayamontinos a la orilla del Guadiana.
Cual
saludo del ángel, cada paso que damos se convierte en un beso de amor que te
ofrece nuestro pueblo mientras vamos rezando el santo rosario como es
tradición, camino de la capilla romera de Nuestra Patrona en el alto de Don
Gaspar para luego volver a bajar hasta la Vía Verde junto a las salinas y tomar
la senda que nos ha de llevar hasta Ti, Madre de las Angustias.
Todo
tu camino parece un rosario que se desgrana, pues al comenzar nuestra
peregrinación te contemplamos en nuestra parroquia sonriente y serena, mientras
nos muestras y nos presentas a tu Hijo pequeño en brazos, tan alegre y lleno de
vida, como si la parroquia fuera aquella humilde casa de Nazaret en la que
criaste a todo un Dios empequeñecido hasta hacerse hombre. Pero al llegar al
atrio de la parroquia a la que das honroso nombre desde hace siglos en Ayamonte
¡ahí estás en lo más alto! como si del mismísimo Gólgota se tratara con tu
Jesús muerto en los brazos, llorosa y compungida, rosa llena de dolor, colmada
de angustias.
¡Pero
todo es distinto esta vez! Tus lágrimas de Madre abatida brillan sobre un
calvario de nardos que exhalan el perfume de la devoción ayamontina, y todos
sabemos que aquella espada que atravesó
tu corazón quedó en nada porque Tu Hijo resucitó para salvarnos como Él
prometió, habiéndonos dejado el preciado don de la Eucaristía para que cada vez
que acudimos a ella nos vayamos sintiendo un poquito más parte de Él y
empecemos a disfrutar ya en este mundo de las delicias del Reino de Dios.
¿Quién
sabe, Angustias, por qué serán ahora tus lágrimas? Cuánto dolor, tragedia y
desesperanza en el mundo, cuánta aflicción por los hijos perdidos por mil y un
caminos errados que nada quieren saber de Jesús de Nazaret. Pero siempre nos
quedará para celebrar en estos días de tus fiestas patronales, el consuelo de
que Tú, Señora y Abogada nuestra, sigues
estando al pie de las innumerables cruces que se levantan en medio de las
dificultades de estos tiempos tan recios que nos toca vivir.
Siempre
nos quedará tu maternal Auxilio para paliar todas nuestras angustias,
presentándotelas para que las hagas tuyas y nos ayudes a soportarlas con
firmeza, humildad y mansedumbre. Enséñanos a mirar al pasado con cualidad de
Fe, para no cometer los mismos errores que un día nos hicieron sufrir, sólo así
podremos mirar al futuro con actitud de Esperanza, como verdadera garantía de
un cambio en nuestras vidas provocado por la acción de Dios que nos ayude a
comprender que la única condición que nos queda para el presente es la de la
Caridad y el amor fraterno.
En
este año del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco iremos desgranando sus
pensamientos que nos ayudarán a caminar y crecer en el amor a la Virgen: “El cielo y la tierra perecerán antes de que
María deje sin su ayuda al que la implora”.
“El que confía en la Virgen nunca se verá defraudado”. “Ella quiere que pongamos en su protección
toda nuestra esperanza”. “María es la
Estrella del Mar. Ella no abandona a los
que confían en su protección; pongámonos todos bajo su manto: la Virgen nos librará de los peligros y nos
guiará a puerto seguro”. “Ella lo ha
hecho todo”.
¡VIVA LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS!
¡VIVA MARÍA AUXILIADORA!
Adma-Pozo
del Camino
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¡¡NO TE QUEDES SIN ÉL!!