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lunes, 1 de marzo de 2010

ÉXITO DE LA CAMPAÑA SOS HAITÍ DE LOS SALESIANOS DEL SUR DE ESPAÑA



 El ecónomo inspectorial de los salesianos del Sur de España, Manuel Martínez Morilla, ha enviado una comunicación a todas las casas de la congregación, agradeciendo el trabajo de todos en la pronta respuesta y la atención a Haití: "Se ha trabajado mucho y bien, desde personas particulares con aportaciones sencillas hasta cantidades importantes provenientes de todas las casas". A día de hoy, 19 de febrero, se han recaudado 333.000 euros, "cuando esperábamos inicialmente poder llegar a 100.000".

Ya estos días se ha hecho un primer envío de 228.000 euros, y en este fin de semana se enviará el resto. La inspectoría salesiana María Auxiliadora, con sede en Sevilla, mantiene aún abierta la cuenta corriente que dispuso para esta campaña, ya que desde distintos lugares se siguen enviando donativos. "Gracias a todos por este precioso ejercicio de solidaridad. En las casas, en la Familia salesiana, en tantas personas anónimas se ha producido el milagro de la solidaridad. Estad seguros de que los mecanismos que ha habilitado la Congregación han hecho llegar directamente estas cantidades a las presencias salesianas de Haití", afirma el ecónomo.

"Compartid esta buena noticia los chicos de nuestras casas, con la Familia salesiana, con nuestra feligresía. Realmente está siendo un precioso ejercicio de solidaridad. A todos, ¡gracias!", concluye.



Para más información: Miguel Ángel M. Nuño. Delegado



INSPECTORÍA MARÍA AUXILIADORA

C/. Santo Domingo Savio, 2 – 14002 Córdoba

Tfno: 610 056 237 / Fax: 957 476 548

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

 

sábado, 6 de febrero de 2010

HAITÍ: 24 DÍAS DESPUÉS

La Congregación salesiana se moviliza para atender a miles de personas en Haití


Las personas que deambulan sin hogar, los huérfanos y la escolaridad -partida en dos a raíz del terremoto- son los tres graves problemas más preocupantes hoy en Haití.

Los salesianos, con una presencia muy significativa en el país, están organizando la ayuda repartida, proveniente de todos los lugares del mundo, desde Santo Domingo



Los problemas en Haití van evolucionando y transformándose. De las muertes, la destrucción y los heridos, se está pasando al hambre, al ingente número de huérfanos y de personas sin hogar. Poco a poco, el polvo de los edificios derrumbados, que lo cubría todo, va disipándose, y el panorama que deja ver es desolador, en un país que ya de por sí vivía en la miseria.

Los salesianos tienen una larga historia en Haití. En todo el país, cuentan con 11 casas, de las que 5 se encontraban en la zona más afectada, que han resultado destruidas casi por completo.

Como en el resto del mundo, la Congregación salesiana vive volcada en la educación de los niños y jóvenes, mediante escuelas, centros de formación profesional, centros juveniles y oratorios. En el caso de Haití, el terremoto se llevó por delante la vida de 3 salesianos, y de 500 niños y jóvenes que se encontraban en un centro de formación profesional. Tan sólo imaginarse tal masacre bajo los escombros de un colegio ya pondría los pelos de punta a cualquiera, pero los salesianos reconocen que, a esta cifra, debe sumarse la de los niños que pasaban de manera informal por centros juveniles y oratorios, y de la que no tienen noticia alguna. «Y probablemente no la tengamos nunca, pues en Haití no existen prácticamente registros de población», afirma el padre salesiano Víctor Pichardo, Superior de la Inspectoría de las Antillas, desde la República Dominicana. «Un desafío inmenso», reconoce el padre Víctor, al que se enfrenta la Comunidad Internacional, y de manera especialmente intensa, la Iglesia, de la mano de las Congregaciones allí presentes.

«Nosotros estamos recibiendo ayuda de la Congregación salesiana de diferentes partes del mundo, como España, Italia, Alemania... -afirma el padre Víctor-. El Rector Mayor nos ha pedido a los salesianos de Santo Domingo que hagamos de puente para ordenar y hacer llegar las ayudas que nos van llegando. Ya hemos entrado en varias ocasiones a Haití para llevar camiones de alimentos, medicinas, agua, combustible...» La ayuda internacional, reconoce, «empieza a disminuir». En realidad es algo que se esperaba. Los medios de comunicación se vuelcan sobre la tragedia con ímpetu, provocando un aluvión de generosidad, que va decreciendo al mismo tiempo que decrece el espacio que le dedican a Haití los medios de comunicación.

Mientras tanto, los terrenos en los que se encontraban ubicados los colegios, o las misiones salesianas, se han habilitado como pequeños campos de refugiados temporales, mediante tiendas de campaña. La gente acude allí a cobijarse, conscientes de que serán atendidos y se les proporcionará agua y alimentos, como sucede en uno de los colegios, que alberga a más de 3.000 personas.

A partir de esta realidad, el padre Víctor ve claramente tres problemas fundamentales, que comienzan a abordarse precisamente por esta solución temporal de las tiendas de campaña, pero parece prolongarse mucho más de lo deseado. «Una vez que va pasando el drama de la pérdida de los seres queridos, vemos el grave problema de la gente sin hogar. Encontramos a muchas personas deambulando por las calles, y otras muchas que han ido a refugiarse al campo, a casa de familiares. No hay refugios preparados con cierta salubridad y seguridad, no hay nada... Se hace necesario, al menos, la reconstrucción inmediata de edificios, o al menos un lugar digno para la población».

Por otro lado, está el problema de los huérfanos: «Vamos a tratar de identificar a todos los huérfanos que han quedado en las zonas de las misiones salesianas. Hay que hacer estadísticas, estudios, acercamientos... Pienso que la solución no es, como se está barajando en algunos lugares, sacar a los niños de Haití y llevárselos. Creo que no deben desarraigarlos de su nación, sino intentar ayudarlos dentro de su país».

El tercer grave problema que están contemplando es la educación. Los medios de comunicación se han hecho eco ya del grave peligro de secuestro que corren los niños que vagabundean por la calle, sin poder ir a la escuela ni a ningún centro que los acoja. «¿Qué podemos ofrecer los salesianos?», se pregunta el padre Víctor. «Ésta es nuestra grave preocupación. ¿Los traemos, aunque sea para darles clases en carpas, para que no pierdan el año? Debemos entretenerlos como sea, para que no estén en la calle. Es un asunto que nos preocupa muchísimo».


Fotografías del antes y del después de varios
colegios de Salesianos en Puerto Príncipe.
En ellas se puede apreciar la destrucción de los edificios,
y cómo cientos de personas sin hogar son acogidas en los terrenos de los colegios.


¡COLABORA CON TU DONATIVO!
Banco Popular

Titular: Misiones Salesianas - Ayuda Haití
CCC: 0075 0001 85 0607077059

viernes, 15 de enero de 2010

EL RECTOR MAYOR MOVILIZA A LA FAMILIA SALESIANA EN TODO EL MUNDO A FAVOR A DE HAITÍ




 “Se me quebranta el corazón al conocer la magnitud de la devastación, sufrimiento, muerte y desesperación que ha dejado tras de sí el terremoto”, son las palabras del Rector Mayor de los salesianos, don Pascual Chávez, al superior de los salesianos en Haití nada más conocer la tragedia en Haití.

Hasta el momento, sabemos que ha fallecido un salesiano del colegio Don Bosco de Puerto Príncipe, otros están heridos y quedan aún algunos desaparecidos. La preocupación se centra ahora en unos 200 alumnos que están bajo los escombros del colegio y los esfuerzos de salesianos y equipos de rescate se centran en el rescate de estos muchachos. Otros colegios y parroquias de la ciudad han sufrido gravísimos daños, así como otros centros de ciudades cercanas a Puerto Príncipe.

Los salesianos tienen en Haití once obras, entre colegios de educación primaria, centros de formación profesional, casas de acogida para chicos de la calle, internados y parroquias. Obras de educación y promoción entre los más desfavorecidos, atendidas por unos cincuenta religiosos.

El Rector Mayor de los Salesianos, en una carta dirigida al superior salesiano en Haití, señala que “te quiero expresar mi cercanía, la del Consejo General y la de toda la Congregación, que se estrecha a Ustedes compartiendo el dolor y la esperanza. Por medio del P. Vaclav Klement (Consejero General para las Misiones) hemos movilizado las Procuras para activar la ayuda inmediata. Por favor haznos saber lo que más necesitan y trataremos de responder en seguida”.


Además, Pascual Chávez explica que “ahora es el momento de arremangarse las mangas, como hiciera Don Bosco con sus jóvenes del Oratorio de Valdocco, y ayudar a quienes más lo necesiten. Es preciso organizar la ayuda para hacer sentir la cercanía de Dios y llevar esperanza”.

Para concretar esta ayuda, Misiones Salesianas de Madrid se ha puesto en marcha, desde el primer momento, para acudir en ayuda de los damnificados en este terremoto. Se ha abierto una cuenta específica en el para recibir donaciones:



Banco Popular



Titular: Misiones Salesianas - Ayuda Haití



CCC: 0075 0001 85 0607077059



Por otra parte, Misiones Salesianas (www.misionessalesianas.org) ha paralizado la campaña de recogida de fondos mensual, que iba a salir en esta semana, para hacer una campaña entre los más de ochenta mil donantes habituales específicamente destinada a Haití.

El Consejero General salesiano para las misiones Václav Klement está coordinando a las Procuras de Misiones (centros de captación de fondos y animación misionera) y al Don Bosco Network, red que agrupa a las ONGD salesianas, para canalizar todas las ayudas hacia Haití. También se están recibiendo la disponibilidad de voluntarios y salesianos que se ofrecen para ir al país caribeño. Por la proximidad con el país afectado, la Procura misionera salesiana de New Rochelle, en Nueva York, está coordinando la llegada y envío de ayudas a la zona afectada por el terremoto.

Algunos salesianos estadounidenses están intentando llegar a Puerto Príncipe para establecer contacto con los salesianos haitianos, y van provistos de teléfonos vía satélite para poder mantener contacto con el exterior y organizar de forma adecuada la llegada de recursos, tanto materiales y económicos como humanos, de toda la Familia Salesiana. También los salesianos de la vecina República Dominicana están intentando llegar a Puerto Príncipe.

jueves, 14 de enero de 2010

HAITÍ




Son desoladoras las imágenes de las víctimas del Terremoto que  llegan desde Haití. Víctimas que siguen creciendo por momentos.  La FAMILIA SALESIANA también ha sido gravemente afectada.
Es estremecedor pensar en el sufrimiento de todas las personas que se cuestionan si sus familiares pueden estar vivos bajo los escombros. La ESPERANZA, como siempre, es lo último que se pierde y, a pesar de la fuerza de la naturaleza, queda encendida su pequeña llama, a expensas del milagro que procede únicamente de Dios.

La ayuda no se ha hecho esperar, aunque en este momento toda ayuda es poca. Pero junto a lo que se pueda aportar materialmente: comida, ropa, medicina, dinero (las organizaciones insisten en que no es necesario aportar grandes cantidades de dinero, «dos o tres euros pueden ser suficientes, pero es necesario ayudar a los que se han quedado sin nada»).   Junto a todo esto, -que urge-, hay que invocar a Dios con nuestras oraciones y clamar por cada uno de los que se han quedado sin voz, asustados ante la incertidumbre de lo que será su vida a partir de ahora.

Cada vez que ocurren hechos de éste tipo, paralelamente a la tristeza que produce, a la impotencia que se siente, nos empecinamos  en encontrar la voz de Cristo llamándonos a espabilarnos, a saberlo ver en todo y en todos, a desprendernos de tanta hipocresía, maldad, envidias y mediocridades y apostar por la vida y por el Amor como centro de nuestra existencia y de éste planeta, que parece caminar desorientado, como si le hiciera falta volver a tomar su rumbo.
Es evidente que hoy, la dulce mirada de MARÍA AUXILIADORA, está dirigida a todas esas personas y con su manto azul  no hace más que cubrir a los heridos y enfermos, a los que quedaron sin ropa, desnudos mientras la tierra se abría.
A Ella, que tiene el valor y la fuerza que a nosotros nos falta, le encomendamos  a los hermanos de ésta otra parte del mundo, a los que hoy sentimos tan cerca.




¿CÓMO AYUDAR A NUESTROS HERMANOS DE HAITÍ?

  • MENSAJE DE TEXTO CON LA PALABRA PLAN AL NÚMERO 25152



  • DONATIVO A MISIONES SALESIANAS O TRAVÉS DE LA ADMA LOCAL                        CCC: 0075-0001-85-0607077059  (TITULAR:  MISIONES SALESIANAS-AYUDA HAITÍ)