Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libre de mal y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
DIOS TE SALVE, MARÍA...
MARÍA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS
FOTOGRAFÍA: IMAGEN DE MARÍA AUXILIADORA DE GRANADA (LA ALHAMBRA)