Tu pequeño nombre me sabe a flor
nacida en el monte de sol a sol.
Tu pequeño nombre se lo inventó
el que ahora es tu Hijo y Salvador.
Tu pequeño nombre, María, borra el dolor
de tantas palabras vacías como digo yo.
Tu pequeño nombre, María, suena mejor
en boca de un niño, María, que no creció.
Tú eres la luz que da sentido a mi existencia
porque me enseñas el camino del Señor.
Tú eres la estrella que me lleva a su presencia,
la senda estrecha contigo se anda mejor.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario