lunes, 19 de marzo de 2012

SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN (19/MAR)





Esposo de la Bienaventurada Virgen María, varón justo, nacido de la estirpe de David, que hizo las veces de padre para con el Hijo de Dios, Cristo Jesús, el cual quiso ser llamado hijo de José, y le estuvo sujeto como hijo a su padres.  La iglesia lo venera con especial honor como patrón, a quién el Señor constituyó sobre su familia.



HIMNO DE LAUDES

El alba mensajera
del sol de alegre brillo
conoce este martillo
que suena la madera.
La mano carpintera
madruga a su quehacer,
y hay gracia antes que sol en el taller.

Cabeza de su casa
del que el Señor se fía,
por la carpintería
la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa
con Dios en la labor,
y alargas tú la mano del Señor.

Y, pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú como se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.  Amén.






MEDITACIÓN


«No tengas reparo en llevarte a María, tu mujer»

Dirigiéndose a José a través de las palabras del ángel, Dios le habla como esposo de la Virgen de Nazaret. Lo que se ha realizado en ella por obra del Espíritu Santo, expresa al mismo tiempo una confirmación del vínculo esponsal que ya existía entre José y María. El mensajero dice claramente a José: «No tengas reparo en llevarte a María, tu mujer». Así, lo que había tenido lugar antes –su desposorio con María- era voluntad de Dios y, por tanto, se debía mantener. En su maternidad divina, María debe seguir viviendo como «una virgen, esposa de un marido» (cf Lc 1,27)

En las palabras que se le dicen a José en la «anunciación nocturna» éste comprende la verdad divina sobre la vocación inefable de su esposa, y al mismo tiempo comprende también la verdad sobre su propia vocación. Este hombre «justo», que dentro del espíritu de las más nobles tradiciones del pueblo elegido, amaba a la Virgen de Nazaret y estaba unido a ella por un amor esponsal, es nuevamente llamado por Dios para vivir este amor.
«José hizo lo que le había mandado el ángel, y se llevó a casa su mujer»; «la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo»: ante estas expresiones ¿no debemos concluir que su amor como hombre fue también regenerado por el Espíritu Santo? ¿No es preciso también pensar que el amor de Dios que ha sido derramado en el corazón del hombre por el Espíritu Santo (Rm 5,5) construye de la manera más perfecta todo amor humano? Moldea también –y de manera totalmente singular- el amor esponsal de los esposos, y en él hace más profundo todo lo que es humanamente digno y bello, lo que lleva los signos del olvido exclusivo de sí, la alianza de las personas y la comunión auténtica del Misterio trinitario.

Beato Juan Pablo II (1920-2005)
Primer papa polaco de la historia. 
Su pontificado ha sido el tercero más largo de la historia







HIMNO DE VÍSPERAS

A ti, José, patriarca y artesano,
que habitas pobre y escondida casa.
Con voz alegre y corazón humilde
nuestra voz canta.
De regia estirpe, en posición modesta,
sufres paciente, resignado callas.
Mientras sustentas, con trabajo duro,
dos vidas santas.
Fiel artesano y ejemplar modelo,
das a los hombres pruebas bien preclaras:
de honra al trabajo,
y de hacer la vida santificada.
Sé compasivo con tus fieles siervos,
refrena torpes, sórdidas ganancias.
Que crezca Cristo místico en los ámbitos
de toda patria.
Dios uno y trino, que eres a la vez
Padre de todos y de toda alma,
haz que imitimos de José la vida
y muerte santa.  Amén.






LAMENTAMOS PROFUNDAMENTE LA NO CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA EN NUESTRA PARROQUIA EN EL DÍA DE PRECEPTO DEL PATRÓN DE LA IGLESIA UNIVERSAL



1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué importante es aumentar la devoción hacia San José.