MARÍA AUXILIADORA, PATRONA CANÓNICA DE POZO DEL CAMINO

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CALENDARIO LITÚRGICO PARROQUIA MARÍA AUXILIADORA POZO DEL CAMINO DÍA A DÍA

MAYO, MES DE MARÍA, 2024 04 Sáb VI Semana de Pascua. Misa salida de Romería (09.00h). Rosario en el recinto romero. 05 Dom VI Domingo de Pascua. Misa de romeros (13.00h). Anima la liturgia el Coro Romero Santa María de la Bella (Lepe) 08 Mié VI semana de pascua. Rosario (18.30h). Misa (19.00h) 10 Vie Formación salesiana a cargo del Delegado inspectorial de ADMA (19.00h) 12 Dom Solemnidad de la Ascensión del Señor. Rosario (10.00h). Misa (10.30h). A continuación procesión con la Virgen de Fátima por el recorrido tradicional. 13 Lun Ntra. Sra. de Fátima. Rosario (19.00h) 15 Mié VII Semana de Pascua. Rosario (18.30h). Misa (19.00h) 19 Dom Domingo de Pentecostés. Rosario (10.00h). Misa (10.30h) 22 Mié VII Semana de Pascua. Rosario (18.30h). Misa (19.00h) 24 Vie Solemnidad de María Auxiliadora. Rosario (18.30h). Misa (19.00h) 25 Sáb Formación salesiana a cargo del Delegado Inspectorial de ADMA (19.00h) 26 Dom Solemnidad de la Santísima Trinidad. Rosario (10.00h). Misa (10.30h) 29 Mié Memoria libre de San Pablo VI, papa. Rosario (18.30h). Misa (19.00h) TODOS LOS SÁBADOS (excepto primero), REZO DE LA SABATINA A Mª AUXILIADORA HORARIO NO EXENTO DE POSIBLES CAMBIOS Última actualización: 29/04/2024

martes, 31 de marzo de 2009

1 DE ABRIL: 75 AÑOS DE LA CANONIZACIÓN DE DON BOSCO




El día 1 de abril celebramos el 75 aniversario de la canonización de Don Bosco. Un momento para recordar con alegría y en el que agradecer a Dios la obra maestra de la santidad de nuestro padre, como un fruto maduro del Espíritu.




La celebración no puede pasarnos desapercibida y se enmarca en el contexto de los 150 años de la fundación de la Congregación Salesiana. Lo sabemos bien. Don Bosco, con un grupo de muchachos de la primera hora, funda nuestra familia. Crecieron con él y junto a él descubrieron horizontes nuevos por los que valía la pena apostar la vida entera. Frailes o no frailes aquellos jóvenes decidieron quedarse con Don Bosco porque el pan prometido nunca se agotaba y era repartido a manos llenas a los pobres; el trabajo anunciado era la alegría de la entrega cotidiana y sin reservas; el paraíso, una esperanza cierta que hundía sus raíces en la misericordia y la ternura de Dios.




Si, Miguel, Juan, Francisco, José y tantos otros de aquellos chicos decidieron quedarse en casa, con el padre, con el amigo, con el maestro, con el santo. Su mirada profética les cautivó, su corazón de buen pastor les habló de Dios, sus manos operosas y solidarias les parecían cauces que abrían un mundo nuevo y mejor para todos.




Todos respiraron el mismo aire, vibraron con sus sueños y se sintieron subyugados por su pasión apostólica. Con él afrontaron dificultades increíbles, se entusiasmaron con proyectos que parecían imposibles y se dejaron llevar por una confianza inquebrantable en la acción de Dios que conduce la historia.




Se sintieron contagiados de un optimismo radical, creyeron incondicionalmente en la obra emprendida y adhirieron con todo el corazón a una propuesta de radicalidad evangélica vivida en la esencialidad del día a día.




Junto a Don Bosco sanaron heridas y pasaron por la vida haciendo el bien; vieron milagros y testimoniaron la acción y el poder de Dios que nunca abandona a los que creen en él.




De él aprendieron que la santidad salesiana es ferial; que en la casa de Don Bosco la santidad consiste en estar siempre alegres; que lo importante es hacer extraordinarias las cosas sencillas de cada día y que los jóvenes son el lugar privilegiado del encuentro con Dios.




Los propios jóvenes, testigos privilegiados de la acción del espíritu en la obra salesiana, forjaron la santidad de nuestro padre. Fueron los jóvenes los que hicieron grande a Don Bosco. Lo llevaron en volandas por un emparrado de rosas y espinas. A pesar de que su sotana era demasiado sutil, de ella se colgaron muchos chavales. Con el corazón intacto, perdió la vida en un desvivirse cotidiano de piernas hinchadas, agotamiento y progresiva ceguera. Solo resistió el corazón. Corazón magnánimo. Corazón de buen pastor. Si, Don Bosco fue santo junto a sus jóvenes, a los que siempre esperó en el paraíso.




¡Retornar a Don Bosco, Santo! Para todo salesiano y para los que sienten herederos de su sueño, es una invitación provocadora, apasionante, comprometedora. Es una llamada a vivir con más autenticidad y fidelidad nuestra vocación salesiana. La santidad de nuestro padre nos interpela y hemos de prestar el oído al Espíritu que sopla, hace resonar su voz en nuestra historia y hace nuevas todas las cosas. Es la hora de volver a partir de Don Bosco para hacer nuestro su camino de santidad junto a los jóvenes más pobres.

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