Don Bosco no se habría convertido en el más grande apóstol de María Auxiliadora de todos los tiempos si él no hubiera pasado por la experiencia, colmada de sobrenatural, de la construcción de la iglesia de María Auxiliadora.
La conciencia popular no tardó en descubrir el maravilloso entendimiento entre María Auxiliadora y Don Bosco, en vínculo indeleble que les unía. Don Bosco era verdaderamente 'el Santo de María Auxiliadora' y María Auxiliadora era 'la Virgen de Don Bosco'.
Además del Santuario de Turín, Don Bosco:
► Escribe y divulga seis libritos en los que ilustra el título de Auxiliadora convirtiéndose así en el teólogo de dicho título.
► Funda el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (1872) como "monumento de perenne reconocimiento de los innumerables favores obtenidos de tan buena Madre".
► Pone en marcha la Obra de María Auxiliadora para las vocaciones tardías. Esta obra, aunque ha desaparecido en la actualidad, ha dejado vinculado a la devoción a María Auxiliadora el compromiso por las vocaciones.
► A petición de los fieles funda la ARCHICOFRADÍA DE MARÍA AUXILIADORA que Pío IX aprobó el 5 de abril de 1870 y que hoy se encuentra esparcida en el mundo entero (en Pozo del Camino fue eregida canónicamente el 24 de Octubre de 2.004)
► Compone y hace aprobar por Roma la Bendición de María Auxiliadora de la cual dice el IV sucesor de Don Bosco, Don Ricaldone, que es "un pequeño monumento de piedad litúrgica y mariana".
► Difunde la popular novena, conocida por todos, de cuya eficacia son incontables los testimonios en el mundo entero.
► Populariza la jaculatoria "María Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros", grabada en el corazón de todos los miembros de la Familia Salesiana.
A todo ello añadimos sus charlas, sermones, buenas noches y los millones de estampas, medallas y cuadros que difundió por el mundo entero.
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