AQUÍ TENÉIS LA SEÑAL: UN RECIÉN NACIDO, ACOSTADO EN UN PESEBRE
Para servirte de ejemplo, Dios ha querido, siendo el más grande de todos, hacerse el más humilde y pequeño de todos. Era poco para Él estar por debajo de los ángeles tomando la condición de la naturaleza mortal; ha querido hacerse más pequeño que los hombres tomando la edad y la debilidad de un niño. En esta primera manifestación a los mortales, Dios ha preferido presentarse bajo los rasgos de un niño pequeño, aparecer más amable que temible. Así, puesto que viene a salvar y no a juzgar, muesta por el momento lo que puede suscitar amor y deja para más tarde lo que podría inspirar el temor.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia, nosotros que no podemos ni tan sólo pensar sin temblar en el trono de su gloria. Aquí no hay nada terrible ni severo que temer. Por el contrario, todo es bondad y dulzura para inspirar confianza.
Sólo necesitas querer lo que te envía, y quererlo verdadera y perfectamente. No sólo te concederá el perdón, sino que te colmará de su gracia. Más aún, apreciando que no es poca ganancia el hecho de haber encontrado la oveja perdida, celebrará por ello una fiesta con sus ángeles.
BEATO GUERRICO DE IGNY
FOTOGRAFÍAS: IMÁGENES DE LA MISA DE NAVIDAD