sábado, 8 de marzo de 2025

VIERNES DESPUÉS DE CENIZA, PRIMER EJERCICIO DEL VIACRUCIS EN EL AÑO JUBILAR (07/MAR/2025)

 




"Cuando caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz, y cuando confesamos un Cristo sin cruz, no somos discípulos del Señor"

Papa Francisco

























Con la cruz, Jesús ha abierto de par en par la puerta entre Dios y los hombres.

Benedicto XVI










SANTA MARÍA EN SÁBADO, EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER (08/MAR/2025)




¡¡SALVE!!





La mujer tiene el gran tesoro de dar vida, ternura, paz  y alegría.

Papa Francisco







 

viernes, 7 de marzo de 2025

MIÉRCOLES DE CENIZA EN EL AÑO JUBILAR DE LA ESPERANZA (05/MAR/2025)




Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025:
 Caminemos juntos en la esperanza, 25.02.2025



Queridos hermanos y hermanas:

Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» ( 1 Co 15,54-55). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna, que ya realizó en Él, su Hijo amado (cf. Jn 10,28; 17,3) [1].

En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.

Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos. Surge aquí una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.

En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales [2]. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos [3]. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.

En esta cuaresma, Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios; si tenemos una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a nosotros y a cuantos están lejos; si hacemos que la gente se sienta parte de la comunidad o si la marginamos [4]. Esta es una segunda llamada: la conversión a la sinodalidad.

En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo [5], sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” ( Rm 8,38-39)» [6]. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado [7], y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.

Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?  

Hermanas y hermanos, gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme [8]. En ella la Iglesia suplica para que «todos se salven» ( 1 Tm 2,4) y espera estar un día en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo. Así se expresaba santa Teresa de Jesús: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo» ( Exclamaciones del alma a Dios, 15, 3) [9].

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal.

 

Roma, San Juan de Letrán, 6 de febrero de 2025, memoria de los santos Pablo Miki y compañeros, mártires.

     FRANCISCO


































































sábado, 1 de marzo de 2025

CAMINA CONMIGO (V), FRASES PARA EL CAMINO: SAN JUAN MARÍA VIANNEY, CURA DE ARS






SAN JUAN MARÍA VIANNEY (1786-1859)

Nombrado patrono de los sacerdotes por Benedicto XVI



1.  Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación.


2.  Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos.


3.  La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios es la perseverancia.  Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor.


4.  Hay personas que no aman al buen Dios, que no le rezan y que prosperan; es mal signo.  ¡Han hecho un poco de bien a través de mucho mal!  El buen Dios les da su recompensa en esta vida.


5.  Cuando no tenéis el amor de Dios en vosotros sois muy pobres.  Sois como un árbol sin flores y sin frutos.


6.  Cuando nos abandonamos a nuestras pasiones, entrelazamos espinas alrededor de nuestro corazón.


7.  El pecado es el verdugo del buen Dios, es el asesino del alma...  ¡Ofender al buen Dios, que solo nos ha hecho bien!  ¡Contentar al demonio, que tan solo nos hace mal!  ¡Qué locura!


8.  Por una blasfemia, por un mal pensamiento, por una botella de vino, por dos minutos de placer...  ¡Por dos minutos de placer perder a Dios, tu alma, el cielo...  para siempre!


9.  ¿Por qué no somos capaces de beneficiarnos más del sacramento de la penitencia?  Porque no buscamos todos los secretos de la misericordia del buen Dios, que no tiene límites en este sacramento.


10.  Cuando el sacerdote da la absolución, no hay que pensar más que en una cosa:  que la sangre del buen Dios corre por nuestra alma lavándola y embelleciéndola como era después del bautismo.


11.  Si uno tuviera suficiente fe, vería a Dios escondido en el sacerdote como una luz tras su fanal, como un vino mezclado con el agua.  Hay que mirar al sacerdote, cuando está en el altar o en el púlpito, como si Dios mismo se tratara.


12.  Estamos en este mundo, pero no somos de este mundo, puesto que decimos todos los días:  Padre nuestro que estás en los cielos.


13.  Cuando rechazamos la cruz, nos equivocamos porque, hagamos lo que hagamos, la cruz siempre está presente y no podemos escapar de ella.  ¿Qué tenemos que perder?  ¿Por qué no amar nuestras cruces y servirnos de ellas para ir al cielo?


14.  ¡Cuánto amo las pequeñas mortificaciones que nadie ve!, como levantarse un cuarto de hora antes o levantarse un ratito para rezar por la noche, pero hay personas que solo piensan en dormir.


15.  La Santa Virgen está entre su Hijo y nosotros.  Aunque seamos pecadores, Ella está llena de ternura y de compasión hacia nosotros.  El niño que más lágrimas ha costado a su madre es el más querido.


16.  La misericordia de Dios es como un torrente desbordado.  Arrastra los corazones a su paso.  No es el pecador quien va a Dios a pedirle perdón, es Dios quien va al pecador  y le hace volver a su vida.


17.   Los hay que entregan al Padre celestial un corazón duro.  ¡Cómo se equivocan!  El Padre, para destrozar su justicia, ha entregado al Hijo un corazón excesivamente bueno:  no se da lo que no se tiene.


18.  ¡Si comprendiéramos lo que significa ser hijos de Dios!


19.  Las tentaciones que más hay que temer son los pequeños egoísmos, la alta estima de uno mismo, los halagos y aplausos.


20.  Cuando vamos a confesarnos, debemos entender lo que estamos haciendo.  Se podría decir que desclavamos a nuestro Señor de la cruz.


21.  María, no me dejes ni un instante, estate siempre a mi lado.  Volvamos a Ella con confianza, y estaremos seguros de que, por miserables que seamos, Ella obtendrá la gracia de nuestra conversión.


22.  No son las largas oraciones las más bellas, sino las que salen del corazón con un verdadero deseo de agradar al Padre.















A MARÍA AUXILIADORA...

 











Virgencita soberana,

Fuente que delicias mana

de dulcísimos arcanos; 

Estrella de la mañana,

Auxilio de los cristianos...


Refugio de pecadores

que en Ti cifran sus anhelos;

que trueca espinas en flores...

Mística escala de amores

para subir a los cielos.


Faro que radiante brilla

en las angustias mortales

de un mar sin puerto ni orilla

Azucena sin mancilla

de los prados celestiales.


Paloma de blanco vuelo

Celestial, áureo sagrario

donde Dios bajó a este suelo...

Nubecilla en el Carmelo,

Pasionaria en el Calvario...


Madre:  recibe mis flores

cogidas en los lozanos

jardines de mis amores.


Rindo a tus pies soberanos

sus perfumes y colores,

Auxilio de los cristianos.




PEDRO A. MORGADO

AÑO DE 1962



viernes, 28 de febrero de 2025

MARZO JUBILAR 2025

 



MARZO 2025


02  Dom  VIII Domingo del tiempo ordinario:  Rosario (10.00h).  Misa (10.30h)



05  Mié  Miércoles de ceniza:  Rosario (17.30h).  Misa (18.00h)


07  Vie  Viernes después de ceniza:  Viacrucis (18.0h)


09  Dom   I Domingo de cuaresma.  Rosario (10.00h).  Misa (10.30h)


12  Mié  Feria.  Rosario (17.30h).  Misa (18.00h)


14  Vie  Viernes I semana de cuaresma.  Viacrucis (18.00h)


16  Dom  II Domingo de cuaresma.  Rosario (10.00h).  Misa (10.30h)







19  Mié  Solemnidad de San José.  Rosario (17.30h).  Misa (18.00h)


21  Vie  Viernes II semana de cuaresma.  Viacrucis (18.00h)


23  Dom  III Domingo de cuaresma.  Rosario (10.00h).  Misa (10.30h)




24  Lun  Vísperas de la Solemnidad de la Anunciación del Señor.  Conmemoración mensual de María Auxiliadora.  Manifiesto,  rezo del Rosario y confesiones (17.30h).  Misa por la Vida (18.00h)


26  Mié  No hay Eucaristía.


28  Vie  Viernes de la III semana de cuaresma.  Cultos P. Jesús.  Rosario (17.30h).  Misa (18.00h).  Viacrucis (18.30h)


30  Dom  IV Domingo de cuaresma (Laetare).  Rosario (10.00h).  Misa (10.30h)




PROGRAMACIÓN NO EXENTO  DE CAMBIOS

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 14/03/2025









DÍA DE ANDALUCÍA (28/FEB)









Felicitamos desde este humilde blog, mariano y salesiano, a todos los andaluces, especialmente a aquellos que están fuerra de nuestra tierra.



Recemos por Andalucía, España y la Humanidad



¡¡Qué Andalucía sigua siendo tierra de María!!