Al entrar en la constelación carismática salesiana cada uno de los grupos de esta Familia contribuye con sus
peculiaridades propias a enriquecer su común patrimonio espiritual. En ella el Espíritu ha unido a Don Bosco
fundadores y miembros de cada uno de los Grupos con sus rasgos carismáticos originales. Lo consideran el Padre de todos y, en torno a él, forman su Familia espiritual y apostólica comunicando y desarrollando la originalidad peculiar de unos y otros.
La originalidad de los diversos Grupos, al tiempo que enriquece el carisma y el espíritu salesiano, los hace aparecer de una manera más completa y atrayente al confluir las características de todos y cada uno.