EL JARDÍN SIGUE DANDO FLORES...

24 BREVES CATEQUESIS DE SOR EUSEBIA (VII)

19.  La pobreza es mi librea, y con ella me deleito, cuando alguna vez me ha faltado alguna cosa y sobre todo con las niñas más pobrecitas, ellas son las que reciben más caricias y dulzuras de mí.

20.  Si un vaso de agua dado por amor a Dios a un sediento tiene tanto mérito delante de Dios, ¿qué será ofreciéndole cada día nuestras penas, nuestro trabajo y todas las molestias que se digne enviarnos?

21.  ¡Cuánta gloria les espera, llevando con resignación y paciencia, y ofreciéndolo todo por agradar a Dios!

¡¡10.000 gracias!!

24 BREVES CATEQUESIS DE SOR EUSEBIA (VI)

16.  ¡Es tan hermosa la corona que el buen Dios nos tiene preparada qeu todas las penas que suframos aquí abajo, se puede decir que no es nada en comparación de la alegría qeu sentiremos de haber trabajado con pureza de intención, es decir, sólo por agradar a Dios, Rey de nuestros corazones y de todo cuanto existe en el cielo y en la tierra!

17.  Yo no le puedo explicar la hermosura y gran alegría que se desborda en mi alma por amor a María.

18.  Tengan mucha devoción a las Llagas de Jesús, pues Él mismo ha dicho quiere salvar al mundo por medio de sus Llagas.

IMÁGENES DE LA EUCARISTÍA DEL PRIMER DOMINGO DE FEBRERO (06/FEB)

EL EVANGELIO, VERDADERO LIBRO

Todos estamos llamados a "relegar" los libros, por lo menos espiritualmente, para comprender de modo verdadero, vital y divino el libro de Dios:  el Evangelio, la Biblia, que es el código de nuestra nueva existencia.  Pero no basta con dar este paso una sola vez.  Hay que repetirlo siempre en nuestro corazón, aunque tengamos qeu tomar de nuevo los libros.  Este acto de "relegar" los libros para conocer la verdad es fundamental.  Pues, sobre todo hoy, el mundo, más que personas cultos, necesita sabios, gente llena del Espíritu Santo, hombres auténticamente evangélicos de los cuales Jesús pueda repetir:  Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes y se las has revelado los pequeños.

¿Quién nos iluminó sobre las frases del Evangelio hasta el pundo de revelárnoslo completamente nuevo, revolucionario y lleno de vida?  Jesús en medio de nosotros.  Nosotros no tenemos otro libro fuera del Evangelio, no tenemos otra ciencia ni otro arte.  ¡Ahí está la Vida!  Quien la encuentra no muere.  ¡Qué simple, antiguo y siempre nuevo el Evangelio!

CHIARA LUBICH

24 BREVES CATEQUESIS DE SOR EUSEBIA (V)

13.  Aprendamos de Jesús y María todas las hermosas virtudes; vayamos a las fuentes de aguas puras y bebamos a raudales de esa agua que brota de Jesús.

14.  Jesús está sediento de las almas que anhelan por ver su día.  Es tal su fuego abrasador que va en pos de las almas, como hace el Buen Pastor.  Por eso, en lejanas regiones, entre riscos ríos, va saltando el misionero por llevar, entre collados, la luz que a todos alumbra:  el jardinero divino.

15.  ¿Qué más le puedo decir para que ame a María?  Que se acerque a comulgar y ame la Eucaristía, pues las almas eucarísticas es lo que quiere esta Reina, para que todos reciban sus gracias y favores y de uno a otro polo se extienda esa devoción.

MARÍA AUXILIADORA, MADRE DE LA FAMILIA SALESIANA

Inmaculada Virgen Auxiliadora

Madre de la Iglesia,

inspiradora y guía de nuestra Congregación,

nosotros nos ponemos bajo tu protección materna,

y, fieles, a la vocación salesiana,

te prometemos trabajar siempre a

 mayor gloria de Dios

y salvación del mundo.

Confiando en tu intercesión te rogamos

por la Iglesia, la Congregación y la Familia Salesiana,

por los jóvenes, sobre todo los más pobres

y por todos los que Cristo ha redimido.

Tú, que fuiste Maestra de Don Bosco,

enséñanos a imitar sus virtudes,

especialmente la unión con Dios,

su vida casta, humilde y pobre,

su amor al trabajo y a la templanza,

la bondad y entrega ilimitada a los hermanos

y su fidelidad al Papa y a los Pastores de la Iglesia.

Concédenos María Auxiliadora,

que nuestro servicio al Señor

sea fiel y generoso hasta la muerte,

para que podamos llegar

a la alegría de la comunión plena

en la casa del Padre.  Amén.

(LOS SALESIANOS LA REZAN COMUNITARIAMENTE TODAS LAS MAÑANAS)