MARÍA AUXILIADORA, PATRONA CANÓNICA DE POZO DEL CAMINO

MARÍA AUXILIADORA, PATRONA CANÓNICA DE POZO DEL CAMINO
¡¡CONÓCELA!! ¡¡ÁMALA!! ¡¡IMÍTALA!!
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martes, 25 de octubre de 2011

FELICIDADES







UNA VEZ MÁS FELICITAMOS A NUESTROS PÁRROCOS EN EL DÍA DE SU FUNDADOR




LA MISA Y LA MESA...















Y DESPUÉS DE LA MISA, LA MESA PARA CELEBRAR EL SÉPTIMO ANIVERSARIO FUNDACIONAL DE ADMA Y LA FIESTA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET, FUNDADOR DE NUESTROS PÁRROCOS.




24 IMÁGENES DE LA MISA DEL 24 DE OCTUBRE





























24 DE OCTUBRE:

*  CONMEMORACIÓN DE MARÍA AUXILIADORA

*  FIESTA DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET
 (FUNDADOR DE LA FAMILIA CLARETIANA A LA QUE PERTENECEN NUESTROS PÁRROCOS)

*ANIVERSARIO FUNDACIONAL DE  ADMA-POZO DEL CAMINO



lunes, 24 de octubre de 2011

DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET




Desde niño, la devoción y el amor a la Santísima Virgen marcaron la vida de San Antonio María Claret. La Virgen Santísima era para él la estrella que le guiaba en su vida. Siempre la visitaba en el altar de su parroquia y se imaginaba que sus oraciones subían al cielo por unos "hilos misteriosos". Le gustaba visitar a la Santísima Virgen en su santuario de Fusimaña.

De niño, todos los días rezaba una parte del Santo Rosario y cuando mayor lo rezaba completo, los quince misterios todos los días. Era gran devoto del Santo Rosario a tal punto que la Virgen le dijo un día: "Tú serás el Domingo de estos tiempos. Promueve el Santo Rosario"

Pasaba largo tiempo frente a una imagen de la Virgen haciendo sus oraciones y rezos, y hablándole con cordialidad y confianza, porque estaba convencido de que la Santísima Virgen lo escuchaba...

En obsequio a la Virgen María se abstenía no sólo de pecados mortales, sino hasta de veniales, de faltas e imperfecciones, y aún se abstenía de cosas lícitas, solo para mortificarse y abstenerse de alguna cosa en obsequio a María Santísima.

El amaba a María, pero María le amaba más a él, pues siempre le concedía lo que pedía y aún cosas que nunca pidió, le concedió. La Virgen Santísima lo libró de enfermedades, de peligros y aun de la muerte muchas veces, por mar o por tierra; le libró de tentaciones y de ocasiones de pecar.

Decía el Santo: "Ya veis cuanto importa ser devoto de María Santísima. Ella os librará de males y desgracias de cuerpo y alma. Ella os alcanzará los bienes terrenales y eternos. ...Rezadle el Santo Rosario todos los días con devoción y fervor y veréis como María Santísima será vuestra Madre, vuestra abogada, vuestra medianera, vuestra maestra, vuestro todo después de Jesús".

En otro lado dice: "Ni en mi vida personal, ni en mis andanzas misioneras podía olvidarme de la figura maternal de María. Ella es todo corazón y toda amor. Siempre la he visto como Madre del Hijo amado y esto la hace Madre mía, Madre de la Iglesia, Madre de todos. Mi relación con María siempre ha sido muy íntima y a la vez cercana y familiar, de gran confianza. Yo me siento formado y modelado en la fragua de su amor de Madre, de su Corazón lleno de ternura y amor. Por eso me siento un instrumento de su maternidad divina. Ella está siempre presente en mi vida y en mi predicación misionera. Para mí, María, su Corazón Inmaculado, ha sido siempre y es mi fuerza, mi guía, mi consuelo, mi modelo, mi Maestra, mi todo después de Jesús".


IMAGEN:  CUADRO QUE COLGABA EN LA HABITACIÓN DE SAN ANTONIO Mª CLARET





CON ESTE ARTÍCULO FELICITAMOS A LA FAMILIA CLARETIANA  EN EL DÍA DE SU FUNDADOR







domingo, 24 de octubre de 2010

SAN ANTONIO MARÍA CLARET (24/OCT)




"Haz, Señor, que ardamos en caridad

y encendamos un fuego de amor por donde pasemos;

qué deseemos eficazmente

y procuremos por todos los medios

contagiar a todos de tu amor.

Qué nada ni nadie nos arredre, Señor.

Qué nos gocemos en las privaciones.

Qué abordemos los trabajos,

qué abracemos los sacrificios.

Qué nos complazcamos en las calumnias

y alegremos en los tormentos.

Señor, qué no pensemos sino como seguir e imitar a Jesucristo

en trabajar, sufrir y procurar siempre y únicamente la mayor gloria tuya y la salvación de las almas. Amén."



 
EN BREVE



-Nació en la villa de Sallent, provincia de Barcelona, el día 23 de diciembre de 1807.

-Fue obrero textil en su juventud.

-Ordenado sacerdote, fundó en Vic la Orden de los Claretianos.

-Recorió Cataluña durante varios años predicando.

-Fundó la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María.

-Fue nombrado arzobispo de Santiago de Cuba, cargo en el que se entregó de lleno al bien de las almas.

-Como arzobispo de Santiago de Cuba se destacó por su celo evangelizador por lo que recorrió toda su diócesis y sufrió un atentado contra su vida.

-Habiendo regresado a España, sus trabajos por el bien de la Iglesia le proporcionaron aún muchos sufrimientos.

-Confesor de la Reina Isabel II de España

-Unico santo canonizado entre los padres conciliares del Concilio Vaticano I.

-Escritor evangélico, especialmente de folletos de fácil alcance para todos (jóvenes, trabajadores, casados)

-Demostró un amor excepcional por la Eucaristía la cual conservaba en su corazón como tabernáculo

-Gran devoto de la Santísima Virgen.

-Patrón de las cajas de ahorro, ya que fundó una en Cuba en beneficio de los pobres.

-Sus experiencias místicas lo llevaron a levitar (alzarse del suelo)

- Murió en Fontfroide (Francia) el año 1870.

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Cuando le preguntaron como era capaz de hacer tanto respondió:

"Enamoraos de Jesucristo y del prójimo y lo comprenderéis todo y haréis mas cosas que yo"



FELICITAMOS A NUESTROS PÁRROCOS A TRAVÉS DE ESTAS SENCILLAS LÍNEAS, EN EL DÍA DE SU FUNDADOR





martes, 27 de octubre de 2009

CARTA A UN DEVOTO DEL CORAZÓN DE MARÍA (SAN ANTONIO MARÍA CLARET)



San Antonio María Claret escribió esta carta en 1864, año en que se publicó el opúsculo "Las tardes de verano", con el que guarda algunos paralelismos al exponer la doctrina sobre la Virgen. Le movió a ello la petición de un devoto que deseaba crecer cada día más en esta devoción. El Santo le dice: «No podíais pedir cosa más de mi gusto». Así manifestaba, una vez más, su profundo amor filial hacia la Virgen , que había crecido en su corazón ya desde la infancia.


TEXTO DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET


Muy señor mío: Acabo de recibir vuestra estimadísima carta, con que me pedís os diga alguna cosa para crecer cada día más y más en la devoción del Inmaculado Corazón de María. Querido amigo, no me podíais pedir cosa más de mi gusto. Yo quisiera que todos los cristianos tuvieran hambre y sed de esta devoción. Amad, amigo mío, amad, y amad muchí­simo, a María.
Y para que suba más de punto vuestra devoción, y también para satisfacer vuestros deseos, os diré que debemos amar a María Santísima: 1.° Porque Dios lo quiere. 2.° Porque ella lo merece. 3.° Porque nosotros lo necesitamos, por ser ella un poderosísimo medio para obtener todas las gracias corporales y espirituales y, finalmente, la salud eterna

.
1. DIOS LO QUIERE


Debemos amar a María Santísima porque Dios lo quiere. Amar es querer bien al amado, es hacerle bien, es hacerle participante de sus bienes, pues el mismo Dios nos da ejemplo y nos excita a amar a María. El eterno Padre la escogió por Hija suya muy amada; el Hijo eterno la tomó por Madre, y el Espíritu Santo, por Esposa; toda la Santísima Trinidad la ha coronado por Reina y Emperatriz de cielos y tierra y la ha constituido dispensera de todas las gracias.
Debéis saber, amigo mío, que María Santísima es obra de Dios y es la más perfecta que ha salido de sus manos después de la humanidad de Jesucristo; en ella brillan de un modo muy particular la omnipotencia, la sabiduría y la bondad del mismo Dios.
Es propio de Dios el dar las gracias a cada criatura según el fin a que la destina, y como Dios destinó a María para ser madre, hija y esposa del mismo Dios y madre del hombre, de aquí se infiere qué corazón le daría y con qué gracias la adornaría.



2. ELLA LO MERECE


Debemos amar a María Santísima porque ella lo merece. María Santísima lo merece por el cúmulo de gracias que ha recibido sobre la tierra, por la eminencia de la gloria que posee en el cielo, por la dignidad casi infinita de Madre de Dios a que ha sido sublimada y por las prerrogativas adheren­tes a esta sublime dignidad.
María fue como el centro de todas las gracias y bellezas que Dios había distribuido a los ángeles, a los santos y a todas las criaturas. María había de ser la Reina y Señora de los ángeles y de los santos, y, por lo mismo, debía tener más gracias que todos ellos ya en el primer instante de su ser. María había de ser la Madre del mismo Dios. Es un principio de filosofía que entre la forma y las disposiciones de la materia ha de haber cierta proporción; la dignidad de Madre de Dios es aquí como la forma, y el corazón de María es la materia que ha de recibir esta forma. ¡Oh, qué cúmulo de gracias, virtudes y otras disposiciones se agrupan en aquel santísimo y purísimo corazón!


Desde que Dios determinó hacerse hombre, fijó la vista en María Santísima, y desde entonces dispuso todos los prepara­tivos necesarios, la hizo nacer de los patriarcas, profetas, sacerdotes y reyes, y todas las gracias de éstos reunió en María, y quiso que María fuese la nata y la flor de todos ellos. Además, la previno con bendiciones de dulzura y puso sobre su cabeza una corona de piedras preciosas, esto es, gracias y bellezas; pero mucho más enriqueció su corazón.
En el corazón de María se han de considerar dos cosas: el corazón material y el corazón formal, que es el amor y voluntad.



El corazón material de María es el órgano, sentido o instrumento del amor y voluntad; así como por los ojos vemos, por los oídos oímos, por la nariz olemos y por la boca hablamos, así por el corazón amamos y queremos.



Dicen los teólogos que las reliquias de los santos merecen veneración y culto: 1.° Porque han sido miembros vivos de Jesucristo. 2.° Porque han sido templos del Espíritu Santo. 3.° Porque han sido órganos de la virtud. 4.° Porque serán instru­mentos de la gracia y de milagros. 5.° Porque ellos serán glorificados después de la resurrección.
El corazón de María reúne estas propiedades y muchas otras más: 1.° El corazón de María no sólo fue miembro vivo de Jesucristo por la fe y la caridad, sino también origen, manantial de donde se tomó la humanidad. 2.° El corazón de María fue templo del Espíritu Santo y más que templo, pues que de la preciosísima sangre salida de este inmaculado corazón formó el Espíritu Santo la humanidad santísima en las purísimas y virginales entrañas de María en el gran misterio de la encarnación. 3.° El corazón de María ha sido el órgano de todas las virtudes en grado heroico, y singularmente en la caridad para con Dios y para con los hombres. 4.° El corazón de María es, en el día, un corazón vivo, animado y sublimado en lo más alto de la gloria. 5.° El corazón de María es el trono en donde se dispensan todas las gracias y misericordias.
María es verdaderamente Madre de Dios. A la manera que [a] una mujer que ha parido un hombre se la llama y es madre de aquel hombre que parió, así también María Santísi­ma es y se llama con toda propiedad Madre de Dios, porque le concibió y parió; [a] la mujer que parió al hombre se la llama y es madre de todo aquel hombre, que es un compuesto del alma y cuerpo, y aunque el alma viene de solo Dios, así también María Santísima es Madre de Dios, porque ese divino compuesto de persona divina, alma racional y cuerpo natural es el término de la generación en las purísimas y virginales entrañas de María. Esta dignidad de Madre de Dios es la que más le enaltece, porque es una dignidad casi infinita, porque es madre de un ser infinito; es más de cuanto posee en gracia y en gloria. Los doctores y Santos Padres dicen que por los frutos se conoce el árbol, según consta del Evangelio; pues ¿qué diremos de María, que ha dado a luz aquel bendito Fruto que tanto elogió Santa Isabel cuando dijo: “¡Bendito el fruto de tu vientre! ¿De dónde a mí, que la madre de mi Señor me venga a ver?”



Dice Santo Tomás que el fuego no prende en el leño hasta que éste tiene los mismos grados de calor que aquél; pues bien, si para que de la sangre del corazón de María se formase la humanidad a que se había de juntar la divinidad era preciso que tuviese una disposición casi divina, ¿qué diremos ahora de María si, además de considerarla Madre de Dios, junta­mos las demás gracias que después recibió de Jesús?.


Jesús por donde pasaba hacía bien a todos, más o menos según la disposición en que los hallaba; ¿qué pensaremos de las gracias y beneficios que dispensaría a María, en que pasó no rápida­mente, sino que estuvo con mucha detención en sus entrañas nueve meses y a su lado treinta y tres años, y hallándose siempre con la más buena disposición y preparación para recibir los beneficios de Jesús? A estas gracias se han de juntar también las que recibió del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, y, además, se han de añadir las que ella agenció con el ejercicio de tantas y tan heroicas virtudes en todo el decurso de su santísima y larga vida, acompañada de aquella continua y fervorosa meditación en la que, según el profeta, se enciende la llama del divino amor. Al conside­rar San Buenaventura la gracia de María, exclama diciendo: «La gracia de María es una gracia inmensísima, multiplicísima»: Gratia Mariae, gratia est immensissima, gratia multiplicissima.


No sólo se han de considerar las gracias que María ha obtenido para ser y por haber sido Madre de Dios y las gracias que recibió de Jesucristo, del Espíritu Santo y ella se granjeó con su cooperación, sino también es indispensable fijar la atención en la multitud de incomparables prerrogativas que tan grande dignidad le han acarreado. Referiremos algunas:

1.ª De haber sido preservada del pecado original, a que indispensablemente había de incurrir a no haber sido ella la destinada para Madre del mismo Dios; para esto, Dios le dotó de un corazón inmaculado, purísimo, castísimo, humildísimo, mansísimo, santísimo, pues que de la sangre salida de este corazón se había de formar el cuerpo del Dios humanado.


2.ª De haber concebido y parido en el tiempo aquel mismo Hijo de Dios que el eterno Padre había engendrado en la eternidad. No lo dudes, dice San Buenaventura, el eterno Padre y la Virgen sagrada han tenido un mismo y único hijo.


3.ª Así como el eterno Padre tuvo este divino Hijo sin perder nada de su divinidad, así también la santísima Virgen María ha concebido y parido este mismísimo Hijo sin el menor detrimento de su santísima virginidad.


4.ª De haber tenido un legítimo poder para mandar al Señor absoluto de todas las criaturas, pues que éste es un derecho que la naturaleza da a todas las madres; derecho a que ha querido sujetarse gustosamente, pues dijo que había venido no para derogar la ley, sino para cumplirla con más perfección que los demás hombres; y el evangelista San Lucas nos da testimonio de cómo obedecía a su Madre y a San José: Et erat subditus eis. Mas este derecho hace tanto honor a María Santísima, que San Bernardo dice que no sabe qué es más digno de admiración, si el que Jesús obedezca a María o el que María pueda mandar a Jesús; porque, dice el Santo, el que Dios obedezca a una mujer es una humildad sin ejemplo y el que una mujer mande a un Dios es una elevación sin igual.


5.ª Ha sido la Esposa del Espíritu Santo de una mane­ra infinitamente más noble que las otras vírgenes, pues que las otras apenas merecen el ser aliadas a ese divino esposo en cuanto al alma, mientras que María lo ha sido no sólo en cuanto al alma, sino también en cuanto al cuerpo, aunque de la manera más casta. La alianza que ha habido entre el Espíritu Santo y las vírgenes castas sólo ha servido para la producción de los actos de virtudes, pero la alianza entre este divino Espíritu y María Santísima ha producido de una manera la más inefable el Señor de las virtudes, Cristo Señor nuestro.

6.ª Ha sido como el término, por decirlo [así], y la coronación de la Santísima Trinidad : María universum sanctae Trinitatis complementum, porque ha producido el más excelente fruto de su fecundidad ad extra, como dicen los teólogos; es decir, ha producido un Dios hombre. María ha producido un sujeto capaz de dar a la Santísima Trinidad un honor cual la Santísima Trinidad se merece; honor que todas las criaturas juntas, y aunque éstas se multiplicaran muchísimas veces, no eran capaces de pagar como lo hace el Hijo de María, Dios y hombre verdadero.


7.ª En haber sido hecha Reina y Señora de todas las criaturas por haber concebido y parido al Verbo divino, por quien fueron hechas todas las cosas, como dice San Juan.


3. EFICACIA DE ESTA DEVOCIÓN


Debemos amar a María y ser sus verdaderos devotos porque la devoción a María Santísima es un medio poderosísi­mo para alcanzar la salvación. Es la razón por que María puede salvar a sus verdaderos devotos, porque quiere y porque lo hace. María puede, porque es la puerta del cielo; María quiere, porque es la madre de misericordia ; María lo hace, porque ella es la que obtiene la gracia justificante a los pecado­res, el fervor a los justos y la perseverancia a los fervorosos; por esto, los Santos Padres la llaman la rescatadora de los cautivos, el canal de la gracia y la dispensera de las misericor­dias. Por esto se ha dicho que el ser devoto de María es una señal de predestinación, así como es una marca de reprobación el no ser devoto o adverso de María.
La razón es muy clara. Nadie se puede salvar sin el auxilio de la gracia que viene de Jesús, como cabeza que es de la Iglesia o cuerpo, y María es como el cuello que junta, por decirlo así, el cuerpo con la cabeza; y así como el influjo de la cabeza al cuerpo ha de pasar por el cuello, así, pues, las gracias de Jesús pasan por María y se comunican al cuerpo o a los devotos, que son sus miembros vivos: In Christo fuit plenitudo gratiae sicut in capite fluente; in Maria sicut in collo transfundente.



María por los Santos Padres es llamada la escala del cielo, porque por medio de María Dios ha bajado del cielo y por medio de María los hombres suben al cielo. Y cuando la Iglesia dice que esta Reina incomparable es la puerta del cielo y la ventana del paraíso, nos enseña con esas palabras que todos los elegidos, justos o pecadores, entran en la man­sión de la gloria por su mediación; con esta sola diferencia, que los justos entran por ella como por la puerta de llano, pero los pecadores por la ventana, que es María; por la escalera, que es María. Por tanto, amigo mío, en María, después de Jesús, hemos de poner toda nuestra confianza y esperanza de nuestra eterna salvación. Haec peccatorum scala, haec mea maxima fiducia est, haec tota ratio spei meae . Unica peccatorum advocata, portus tutissimus, naufragantium omnium salus. Peccatorem quantumlibet foetidum non horret... donec horrendo Judici miserum reconciliet.
¡Oh!, dichoso el que invoca a María con confianza, que él alcanzará el perdón de sus pecados, por muchos y por graves que sean; alcanzará la gracia y, finalmente, la gloria del cielo, que tanto deseo a usted y a todos.
DESDE ESTE HUMILDE RINCÓN FELICITAMOS DESDE AQUÍ A NUESTROS PÁRROCOS, PRIMERA COMUNIDAD CLARETIANA EN NUESTRA DIÓCESIS

jueves, 23 de octubre de 2008

SAN ANTONIO MARÍA CLARET, DEVOTO DE MARÍA



El fundador de la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, a la que pertenecen nuestros párrocos, nació en Sallent (Barcelona), en 1807. En el bautismo le pusieron por nombre Antonio, pero después el se añadió el nombre de María, diciendo: "Es que María Santísima es mi Madre, mi Maestra y mi todo, después de Jesús"
En su juventud siente dos intervenciones de la Santísima Virgen que lo mueven a amarla mucho más y a propagar por todas partes su devoción. La primera fue en una ocasión en la que le llegaron terribilísimas tentaciones contra la pureza. Cuando el peligro de consentir era mayor, vio en sueños que Nuestra Señora le ofrecía una corona de triunfador y le decía: "Esta corona será para ti si rechazas la tentación". Con esto se sintió lleno de valor y logró salir victorioso de aquel peligro. En adelante la Stma. Virgen le concedió una pureza admirable, durante toda su vida. La segunda intervención de la Virgen en su favor sucedió en el mar, cuando estando él dándose un baño llegó una inmensa ola y lo arrastró hacia el océano profundo. Él, viéndose perdido, rezó con toda fe a la Madre de Dios, y sin saber cómo, se halló otra vez en la orilla, sano y salvo. Toda la vida recordó estos hechos admirables y no se cansaba nunca de recomendar a sus oyentes la devoción a la Madre Celestial.
Ingresó al seminario de Vic (Barcelona) y allí recibió la ordenación sacerdotal. Fue luego nombrado vicepárroco y pronto empezó el pueblo a conocer cuál era la cualidad principal que Dios le había dado: era un predicador impresionante, de una eficacia arrolladora. De todas partes lo llamaban a predicar misiones populares, predicando hasta diez sermones en un día. Viajaba siempre a pie y sin dinero.
Lo que hizo San Juan Bosco en Italia en ese tiempo a favor de las buenas lecturas, lo hizo San Antonio Claret en España y se propuso emplear todo el dinero que conseguía en difundir buenos libros.
En 1849 al darse cuenta de que para mantener viva la fe del pueblo se necesitan sacerdotes entusiastas que vayan por campos y ciudades predicando y propagando buenas lecturas, se reunió con cinco compañeros y fundó la Comunidad de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, que hoy se llaman Claretianos. Actualmente son 3.000 en 385 casas en el mundo.
Falleció el 24 de octubre de 1879, en el monasterio cisterciense de Fuente Fría (Francia). Tenía apenas 63 años pero estaba desgastado de tanto predicar, escribir, viajar y sufrir por la salvación de las almas.
EN NUESTRA PARROQUIA, HAY UN CUADRO DE SAN ANTONIO MARÍA CLARET, REGALADO POR LA ADMA A NUESTRO PÁRROCO EL 24 DE OCTUBRE DEL AÑO PASADO

domingo, 19 de octubre de 2008

CARISMAS MISIONEROS: MISIONEROS CLARETIANOS



Todo comenzó el 16 de julio de 1849 en una sencilla celda de seminarista en el caserón del seminario de Vic (Barcelona). Cinco jóvenes sacerdotes, con el P. Claret a la cabeza, se lanzaban a la aventura de fundar una congregación de misioneros. Comenzaba en un lugar prestado, con poca gente y sin medios, pero con un programa claro: arder, abrasar, encender. El P. Claret, años después, fijaría aquellas primeras intuiciones en lo que posteriormente se ha venido en llamar: “La definición del misionero”. “Yo me digo a mí mismo: Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios posibles encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas”. En aquellos años la Congregación se dedicó fundamentalmente a dar misiones populares y ejercicios, iniciándose ya en otras actividades varias como publicaciones, creación de grupos de vida cristiana, obras de promoción social y, finalmente, la educación y las parroquias. En estas actividades fue creciendo y consolidándose, al mismo tiempo que se extendía a zonas misioneras de África y América. El segundo tiempo se inicia con la muerte del P. José Xifré y el nacimiento de un nuevo siglo: 1900. Fue una etapa de institucionalización, en la que la Congregación salió de la influencia de los fundadores y de sus orígenes catalanes. La expansión se vio seriamente influenciada por las guerras, particularmente la guerra civil española que trajo consigo el martirio de casi 300 de sus miembros. Y los inicios del tercer tiempo coincidieron con el Centenario de la Congregación (1949) y la canonización del Fundador, San Antonio Mª Claret (1950). Con este motivo la Congregación tomo un vigoroso impulso misionero que, posteriormente, se vería ratificado con la renovación del Concilio Vaticano II, en el que participaron, entre otros, un cardenal y siete obispos claretianos.




Hoy, a la entrada del tercer milenio, los Misioneros Claretianos gozan de una rica y serena auto comprensión de su identidad y misión en la Iglesia y en el mundo, expresada en nuevos documentos y proyectos que recogen la pluralidad de culturas y compromisos misioneros. En nuestros días, resulta difícil entender la actividad misionera de la Congregación sin una debida planificación en función de áreas y niveles y sin tener en cuenta las opciones y los sujetos preferenciales de las Iglesias, de la Congregación Claretiana y de los organismos. El P. Fundador demostró su interés porque la Congregación se extendiera. Deseó que saliera de Cataluña, que fuera a América Latina, que fuera a Estados Unidos... Se cumplieron sus pronósticos sobre América Latina, a la que llamaba “la viña joven”. Pero hoy la Congregación cuenta con otras viñas más jóvenes aún: Asia, África y el Este de Europa. La Congregación emergente se presenta con unas características verdaderamente nuevas: no viene de América sino de Asia y de África; no viene de la Europa occidental sino del Este europeo; no es de raza blanca sino de variedad de razas; no se expresa en castellano o portugués sino en inglés, francés... y otras múltiples lenguas desconocidas para nosotros; no proviene de contextos culturales marcados por el cristianismo sino de otras tradiciones culturales y religiosas; no dispone de medios económicos para autofinanciarse y tiene un notable índice de crecimiento sostenido con una media de edad muy baja.





La realidad pluricultural que nos rodea les compromete, en este tercer milenio, con nuevos retos en los que es obligada una gran dosis de armonía y lucidez. En América Latina se esfuerzan por renovar la opción por los pobres, el desafío de la pastoral urbana y suburbana, la lectura popular de la Biblia, el ministerio de la consolación frente al sufrimiento del pueblo. En Asia tratan de testimoniar la experiencia cristiana en un contexto de pluralismo religioso, promoviendo el interés por la Palabra de Dios, la formación para la inculturación, el diálogo interreligioso, la justicia y la paz y la presencia en las grandes bolsas de pobreza. En África procuran, por encima de todo, sensibilizar a través de la Palabra para llevar a cabo un servicio profético contra los abusos de gobernantes y de los poderes influyentes del extranjero, apoyando grupos religosos y sociales que abran caminos de esperanza y acompañando las situaciones inhumanas por medio de la promoción de niños y adultos.
FELICITAMOS DESDE AQUÍ A NUESTROS PÁRROCOS EN EL DÍA DE SU FUNDADOR