MARÍA AUXILIADORA, PATRONA CANÓNICA DE POZO DEL CAMINO

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sábado, 19 de septiembre de 2015

MEMORIA DE NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DE LOS DOLORES, EN NUESTRA PARROQUIA (15/SEP/2015)







PRESIDE:  RVDO. P. FRANCISCO MIGUEL VALENCIA BANDO, PÁRROCO


LECTORES:  
ENRIQUE JESÚS MARTÍN CABACO
ISABEL TERESITA DEL NIÑO JESÚS RODRÍGUEZ JÍMENEZ















MONICIÓN DE ENTRADA


Después de haber celebrado ayer la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, hoy nuestra mirada se dirige hacia la Santísima Virgen María, la Virgen de los Dolores, a la que contemplamos a los pies de la cruz de su Hijo.


La contemplamos en su dolor, pero al mismo tiempo, la contemplamos en su fe; porque Ella cree que aquella muerte de su Hijo será fuente de vida, y Ella nos anima a ver también que la muerte es camino de vida.


María, que durante toda su vida cumplió su misión con fidelidad, a pesar de las dificultades y las experiencias de dolor, nos da a todos, al pie de la cruz, un ejemplo de entrega ante el sufrimiento, y nos anima a vivir la vida cristiana con igual fortaleza de ánimo.


Confiando por tanto en la salvación que brota de la Cruz de Jesucristo, reconozcamos nuestros fallos y errores y pidamos perdón a Dios por nuestros pecados.































ACCIÓN DE GRACIAS (DESPUÉS DE LA COMUNIÓN) 


Gracias, Señor,
porque nos diste por Madre,
a la Madre de tu Hijo Jesucristo.

Pues Ella, concebida sin pecado
y colmada de tu gracia,
es en verdad la mujer nueva
y la primera discípula de la nueva ley.

Ella es la mujer alegre en tu servicio,
dócil a la voz del Espíritu Santo,
solícita en la fidelidad a tu Palabra.

Ella es la mujer dichosa por su fe,
bendita en su Hijo
y ensalzada entre los humildes.

Ella es la mujer fuerte en la tribulación,
firme junto a la cruz del Hijo
y gloriosa en su salida de este mundo.
Por todo esto te damos gracias, Señor.














































LA VOZ DE NUESTRO PÁRROCO

  • LA CRUZ NO ES ROMANTICISMO, LA CRUZ ES DOLOR
  • ¿DE DÓNDE ENCUENTRA MARÍA LA FORTALEZA PARA ESTAR AL PIE DE LA CRUZ?
  • UNA MADRE ES CAPAZ DE ACOMPAÑAR A SU HIJO HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO SI HACE FALTA
  • MARÍA NO NOS HA ABANDONADO, SIGUE FORTALECIÉNDONOS.
  • EL CRISTIANO NO PIERDE NUNCA LA ESPERANZA, SIGUE CREYENDO QUE LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENE EL BIEN Y LA BONDAD, SIGUE CREYENDO EN DIOS.
  • EL CRISTIANO MIRA AL SUFRIMIENTO CARA A CARA, MIRA AL DOLOR CARA Y CARA.
  • CRISTO HA VENCIDO A LA MUERTE Y MARÍA HA VENCIDO AL DOLOR.  LA ÚLTIMA PALABRA NO LA TIENE LA MUERTE NI EL DOLOR.
  • LA VIRGEN DE LOS DOLORES NOS TIENE QUE ENSEÑAR A ACOMPAÑAR A LOS DEMÁS EN EL DOLOR.
  • ESTAR CON EL QUE SUFRE NOS ENSEÑA MARÍA CÓMO ESTAR AL PIE DE LA CRUZ.








Nuestro agradecimiento más sincero al equipo de priostría.















martes, 16 de septiembre de 2014

IMÁGENES DE LA MEMORIA DE NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DE LOS DOLORES (15/SEP/2014)

 

"Hay celebraciones que conmemoran acontecimientos salvíficos en los que la Virgen estuvo estrechamente vinculada al Hijo, como la memoria de la Virgen Dolorosa, ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar, junto con el Hijo exaltado en la cruz, a la Madre que comparte su dolor" (PABLO VI, Marialis cultus).

Viendo el sufrimiento redentor del hombre más santo entre todos y a la más santa de las madres, podemos entrever un sentido al drama del dolor injustificado.  Podemos contemplar cómo al dar su sí y mantenerlo hasta el extremo, María recibe una nueva fecundidad en Juan, que la recibió en su casa, que es la Iglesia.  Que María nos conceda sentir su presencia materna en nuestras vidas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
HIMNO DE LAUDES
 
TODA LA TIERRA ESTREMECIDA Y GRAVE
BAJO LA SANGRE FIEL QUE LA LEVANTA
SUFRE EN TU MISMA ENTRAÑA DONDE CANTA
EN SIETE HERIDAS TU AGONÍA SUAVE.
 
LA LENTA FLOR DE TU MIRADA SABE,
CUANDO A LOS YERTOS MIEMBROS SE ADELANTA,
HACERSE HIEDRA DE TU TRISTE PLANTA
Y ERGUIR LOS CIELOS CON FERVOR DE AVE.
 
BAJO LA CRUZ -SIN VENAS QUE LA GUARDEN-
LLEGA HASTA TI LA SAVIA ENALTECIDA
DONDE EL TIEMPO REMEDIA SUS RIGORES.
 
Y ESTÁS ANTE LOS ASTOROS QUE NO ARDEN,
PARIENDO, VIRGEN, NUESTRA PROPIA VIDA
COMO PARISTE A DIOS, MAS CON DOLORES.
 
GLORIA AL PADRE, Y AL HIJO, Y AL ESPÍRITU.  AMÉN.
 
 
 






















 

 
 
 
HIMNO DE VÍSPERAS
 
¿HABRÁ DOLOR MÁS INTENSO
QUE TU DOLOR DOLORIDO?
¿HABRÁ, SEÑORA, UN GEMIDO
MÁS SOLEDOSO Y MÁS DENSO
QUE EL QUE TE ENLUTA, HONDO Y TENSO,
DE MORADA Y NEGRA TOCA?
¡OH TURBA QUE PASÁIS LOCA,
HIJAS DE JERUSALÉN,
MIRAD LA BONDAD SIN BIEN:
MOJAD CON HIEL VUESTRA BOCA!
 
¿NO SON MÁS BLANDAS LAS PIEDRAS
Y MÁS COMPASIVO EL CIELO
QUE MI CORAZÓN SIN DUELO,
CUÁNDO TÚ, COMO LAS HIEDRAS,
JUNTO A LA CRUZ NO TE ARREDRAS
DE AHOGARTE EN ESOS OLEAJES
DE HIEL?  OBSCUROS CELAJES
ENVOLVÍAN EL CALVARIO,
Y TÚ ERAS, MADRE, EL SUDARIO
DE AQUEL DILUVIO DE ULTRAJES.
 
DAME ESE LLANO BENDITO
PARA LLORAR MIS PECADOS;
DAME ESOS CLAVOS CLAVDOS,
ESA CORONA, ESE GRITO,
ESE PUÑAL, ESE ESCRITO,
Y ESA CRUZ PARA LOARTE,
PARA UNGIRTE Y CONSOLARTE,
OH VIRGEN DE LOS DOLORES,
PARA IR SEMBRANDO DE FLORES
TU VIA CRUCIS PARTE A PARTE.  AMÉN.
 
 





 





 
 
 
 
 
SECUENCIA
  
 
 
         La Madre piadosa estaba

junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.